¿Cada cuánto lavas tus toallas? ¡Después de leer esto querrás hacerlo todos los días!

Tus platos están relucientes tras haberlos secado… ¿O es la E. coli lo que brilla?

Siempre estamos a la caza de las bacterias con el fin de mantener nuestra casa libre de gérmenes, así que hoy toca hablar de toallas y trapos de cocina, donde suelen formarse caldos de cultivo un tanto asquerosos.

Por ejemplo, si secas los cubiertos con un trapo de cocina, es muy probable que dejes un rastro de gérmenes. Un estudio de 2014 de la Universidad de Arizona descubrió que el 89% de los paños de cocina contenía bacterias coliformes, que se encuentran en el tracto digestivo de animales y seres humanos y que se utilizan para medir la contaminación del agua (aunque hay que especificar que no todas son peligrosas). El 25% de los paños analizados dieron positivo en E. coli.

Bastante asqueroso, ¿verdad?

Por ello, decidimos profundizar en este tema. ¿Con cuánta frecuencia se deberían lavar las toallas que usamos diariamente? Probablemente, más de lo que se cree. En cuanto a las toallas de baño, los expertos recomiendan lavarlas después de tres usos para eliminar los millones (sí, sí, decenas de millones) de células muertas y para evitar el olor a humedad. Los trapos de cocina se deberían introducir en una disolución de lejía después de cada uso (¿alguien lo sabía?), según una experta en gérmenes de la Universidad de Arizona. Y, si no quieres que las bacterias se reintroduzcan en tus poros, habría que reemplazar las toallas que usamos para la cara después de cada uso, argumenta un dermatólogo.

Aquí tienes la guía de los expertos para mantener tus toallas frescas, suaves y libres de suciedad.

TRAPOS DE COCINA

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Como hemos mencionado antes, éstos son, sin duda, los más preocupantes. “Piensa que estás limpiando la superficie donde pondrás los alimentos”, explica Kelly Reynolds, investigadora del Colegio de Salud Pública Zuckerman de la Universidad de Arizona. “Si usas un trapo de cocina sucio, estarás incorporando cientos de miles de bacterias”.

Por tanto, según la experta, los trapos de cocina deberían lavarse después de cada uso. Otra opción es introducirlos en una disolución de lejía y dejar que se sequen. Reynolds recomienda llenar el fregadero con agua y echar un poco de lejía —una cucharadita por cada dos litros de agua—. No obstante, hay que meterlos en la lavadora al menos una vez a la semana.

TOALLAS DE BAÑO

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El olor a húmedo no es un producto de tu imaginación. Las toallas de baño son muy gruesas, por lo que mantienen la humedad y el olor más tiempo.

De este modo, habría que usar vinagre en lugar de suavizante para lavarlas, sugiere la experta Mary Marlowe Leverette. “Los restos de suavizante atrapan los olores”, explica, mientras que “el vinagre los elimina”. En general, evitar el uso del suavizante mantiene también la capacidad absorbente de las toallas.

Leverette recomienda poner primero una lavadora de toallas sin detergente y sólo con un cacito de vinagre, y luego volver a lavarlas con detergente normal. Mary Gagliardi sugiere darles un “segundo aclarado” si la lavadora ofrece esa opción. Conviene secarlas inmediatamente para evitar el olor a humedad.

Quizás estás acostumbrado a lavar las toallas cada varias semanas (esto… no quiere decir que nosotros lo hagamos…), pero los especialistas recomiendan lavarlas después de tres usos. Si estás enfermo, es importante desinfectar las toallas con lejía si son blancas o con desinfectantes fenólicos si son de color, advierte Leverette.

TOALLAS DE CARA

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Suponemos que ya has adivinado de qué va la cosa. Sí, de bacterias.

“La suciedad y las bacterias tienen facilidad para introducirse en la tela de los paños”, afirma el doctor Eric Schweiger, de la clínica Schweiger Dermatology de Nueva York. “Cuando te lavas o te secas la cara con una toalla sucia, estás reintroduciendo esa suciedad y esas bacterias en la piel”.

Por tanto, según los expertos, las toallas de cara deberían lavarse después de cada uso. Aunque también depende de lo que las uses. Si sólo te pasas la toalla para secarte la cara, no pasa nada por utilizarla varias veces, pero si te quitas el maquillaje con ella, es necesario lavarla. El dermatólogo recomienda usar un ciclo regular con agua caliente y un detergente sin perfume para evitar la irritación de la piel.

No obstante, todo esto no quiere decir que tengas que empezar de cero y tirar todas las toallas que llevas utilizando desde que te independizaste y compraste el primer juego. De hecho, los expertos con los que hablamos aseguran que se puede utilizar las mismas toallas toda la vida. Gagliardi señala que una toalla de buena calidad puede durar entre cinco y diez años y, siempre que esté limpia, podrá cumplir su misión hasta que se deshilache.

O, como apunta Leverette, “¡una toalla vieja, pero limpia, no hace daño!”.

Todo un alivio.

Vía:  The Huffington Post