La tinta que parece escurrir por la piel no es un descuido: es movimiento. Además, esta es una de las características más notables de la tatuadora francesa Audrey Hermanstadt, que desde hace casi 20 años tiene sede en Brasil. Con formas libres, orgánicas, gotas y colores encantadores, la artista elabora en la piel un universo paralelo de acuarelas y emociones.

El pasatiempo de tatuar, que luego se convirtió en una profesión, inició cuando se hizo su primer trabajo en la piel. “Quién me dio la idea de tatuar fue el tatuador que hizo mi primer tatuaje. Me tardé unos dos años en digerir la idea de dibujar sobre las personas y, cuando finalmente lo intenté, terminé amándolo”, afirma Audrey. La tatuadora tiene su propio estudio desde febrero de este año y solo atiende previa cita.

Inspirada en el movimiento de las líneas en la piel y en la personalidad de los clientes, la tatuadora mezcla sus técnicas de acuarela con los colores que más combinan con cada personalidad. “Lo llamo acuarela porque parto de la misma base de pensamiento que cuando pinto acuarela en el papel. Termina siendo una técnica parecida, pero diferente”, dice.

A continuación te presentamos más de los maravillosos diseños de Audrey Hermanstadt: