Niño sirio dibujó lo que vivió en su país tras escapar de la muerte ¡Que triste!

La imagen habla por sí sola
La crisis de los refugiados ha sido un tema importante estos últimos meses. La guerra civil en Siria deja más y más víctimas y el mundo ha estado atento a cómo se desarrolla el conflicto. Alemania ha sido uno de los países que ha dado muestras de querer ayudar a quienes son afectados por la guerra; ofrece asilo, toma medidas para que puedan encontrar estabilidad y recomponer sus familias.
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La policía de ese país suele esperar en la frontera con Austria para recibir a los refugiados que la cruzan buscando un futuro mejor. Recientemente, uno de los agentes que se encontraba de servicio recibió de un niño sirio un impactante dibujo. Éste muestra el contraste de la realidad vivida en Siria con la de el país que los ha recibido con los brazos abiertos. La Policía Federal de Alemania subió la imagen a su cuenta de Twitter y en menos de un día superó los 4000 retuits:
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En la publicación se puede ver el gran cambio en la vida del niño. Al lado izquierdo dibujó lo que vivía en su país de origen: violencia, persecución, bombardeos, mutilaciones, y todo tipo de horrores. El lado derecho del dibujo representa su nueva vida en Alemania, donde se puede ver una casa segura y gente llegando en calma con sus maletas. Quizás lo que llama más la atención es la palabra “polizi” (policía alemana) dentro de un corazón, al igual que la bandera tricolor.
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El niño que hizo el dibujó llegó a la ciudad de Passau, donde la policía entrega juguetes y cuadernos para colorear a los menores. Los agentes cuentan que muchos tienen dibujos similares al anterior y que algunos los llevan a sus casas para enmarcarlos y colgarlos en las paredes. Sin duda eso les demuestra que están haciendo lo correcto en su trabajo y los inspira a seguir así.
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La fotografía anterior fue ampliamente difundida por las redes sociales, en ella se ve a un policía danés jugando un juego de manos con una niña siria. Otros gestos de compasión se han visto y es importante seguir esparciéndolos, de esta manera el sentimiento de compasión crece y quizás se pueda generar un cambio que concluya en una situación de paz.