11 Criminales tan estúpidos que NO pudieron evitar delatarse en las redes sociales

Un rápido e inexacto cálculo mental nos indica que cada día se emiten unas 960 horas de series sobre criminales y policías. Puede que sean menos, pero sí las suficientes para aprender un par de cosas sobre el mundo del crimen. La primera: no cometas delitos.

La segunda es que, si lo haces, NO LO SUBAS A FACEBOOK. Hemos revisado el historial criminal de un montón de  delincuentes estúpidos que simplemente se delataron subiendo sus fechorías a las redes sociales. Con cualquiera de ellos, Breaking Bad habría durado dos capítulos. Echa un vistazo a continuación:

1. John Mogan y Ashley Duboe: Petarlo Mal

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John Mogan, de 28 años, salió de la cárcel el 17 de julio con tres años de libertad condicional por delante. Presuntamente, él y su novia Ashley Duboe, de 24 años, decidieron celebrarlo un mes más tarde atracando un banco en Ohio. Mogan se tomó la molestia de maquillar sus tatuajes… Pero olvidó no petarlo en las redes con la pasta robada. Cuando las fotos de la pareja haciendo el tonto con fajos de billetes llegaron a la policía, no tuvieron que esforzarse mucho para conectar el atraco (una cámara captó la cara de Mogan) con Mogan y Duboe.

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2. Dominyk Antonio Alfonseca: hay que pedir las cosas por favor

Al fonseca, de 23 años, tuvo la brillante idea de entrar en un banco a principios de mayo y pasar una nota al cajero de turno en la que pedía “por favor” 150.000 dólares. También que la bolsa de dinero no estallase con pintura al abrirla y, ya que estaba, que activasen la alarma un minuto después de que se hubiese ido. ¿Cómo lo sabemos?

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¡Porque subió a Instagram la nota! Tiene mérito porque lo hizo antes de que la policía le detuviese menos de media hora después de salir del banco. Alfonseca, en su defensa, alega que no era un atraco porque lo pidió por favor y el cajero podría haberse negado.

3. Hannah Sabata: la ladrona youtuber

Cómo conseguir más de un millón de visitas en tu canal de Youtube:

– ten 19 años
– roba un coche
– atraca un banco en Nebraska
– compra marihuana
– llega a casa
– sube a Youtube un vídeo titulado “Chica ladrona de bancos” donde cuentas todo lo anterior

ponlo también en la descripción del vídeo: “acabo de robar un coche y he atracado un banco. Ahora soy rica, puedo pagar mi préstamo universitario y me voy a fundir todo de tiendas. Que os den. Amo a GREENDAY”

4. Rodney Knight Junior: selfi ajena

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No sé qué haría yo si entrase a robar en casa del periodista del Washington Post Marc Fisher. Supongo que me llevaría su abrigo nuevo, algo de pasta y el portátil de su hijo de 15 años. Y ya. Eso es el crimen, ¿no? Entras, coges, te piras. Pero qué sabre yo si Rodney Knight Junior, de 19 años por entonces, hizo lo mismo a principios de 2011 y añadió su “toque especial”: abrir el portátil allí mismo, sacarse un selfi y postearlo en la cuenta de Facebook del hijo de su víctima.

Algo que llevó al oficial de policía de Washington Kyle Roe a señalar que “he visto a muchos criminales en mi vida, pero éste es de largo el más estúpido.”

5. Jonathan Parker

Uno de los primeros casos que recordamos de estupidez y delincuencia en las redes sociales. Jonathan Parker entró en 2009 a robar en una casa, se llevó dos anillos de diamantes y la policía no tuvo que esforzarse mucho para identificarle. Porque Parker, de 19 años, tuvo la brillante idea de consultar su Facebook en el ordenador de su víctima durante el robo. Y no cerró sesión.

6. Russell Sipe:

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Rusell D. Sipe, de 30 años, nos da un poco de pena. Se coló a mediados de septiembre de este año en un gimnasio. Fingió que trabajaba allí, se paseó por las oficinas, trasteó con los ordenadores, hizo llamadas… Y robó 10 dólares, una tarjeta de crédito y un juego de llaves. Pero, como el titán que le precede, olvidó cerrar su sesión de Facebook. No sólo eso, dejó abierto un chat con unos colegas diciendo que si querían que les robase algo en dicho gimnasio.

7. Nicholas Wig: “¿puedes devolverme lo que me dejé cuando robé tu casa?”

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Nicholaswig “¿Cómo salgo de aquí, Zuckerberg? ¡¿CÓMO?!”

Nichrolas Wig, de 26 años, entró a robar el año pasado en una casa de Minnesota. Y sí, se dejó el Facebook abierto. Por si fuera poco, olvidó ropa en casa de su víctima, a la que llamó por teléfono para proponerle que le devolviese sus cosas y… Mirad, nos hemos equivocado de post: tendríamos que haber hecho un test “¿criminal o tontico?”.

8. “Los Brooklyn Bower Boys han aceptado tu solicitud de amistad, agente”

No sabemos qué mola más de este caso: si la policía de Nueva York subiendo a Youtube este vídeo de unos pandilleros que se dedicaban a robar casas… O que pudiesen grabarlos con las manos en la masa porque aceptaron a un poli como amigo de Facebook. Estos The Warriors de chichinabo le contaron todo al policía en su grupito de Facebook, incluido el día de su siguiente (y última) fechoría: la del vídeo.

9. Jesse Hipolite, inventor del precrimen

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Otro atracador de bancos que presume en Facebook de sus crímenes, sí. Pero Jesse Hipolite aporta un toque de futurismo a nuestra lista: lo hizo antes de salir a la calle a atracar un banco de Brooklyn, en verano de 2011. Y, por si no había quedado claro con su estado “quiero promocionar [sic ] un atraco, ¿quién se apunta?”, días después actualizaba su estado con “¡El crimen paga mis facturas!”.

10. Michael Baker: El camino de la furia

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Michael Baker, de Kentucky, tuvo la idea de gastarle una broma a la poli en 2012. El veinteañero se dedicó a sacar gasolina de un coche patrulla, pero a lo mejor no debería haber subido la foto a Facebook.

11. James Tindell: “Hola, estoy aquí”

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James Tindell decidió en 2012 que estaba harto de la condicional (por un atraco cometido años antes), de tener que presentarse en un juzgado de Oregon cada mes y de seguir su rehabilitación. “Me voy a otro estado”, le escribió al juez vía Facebook. “Cogedme si podéis”. Pero, en su propio perfil, se dedicó a dar más información: “estoy en Alabama”. Y su novia también se dedicó a actualizar su perfil con fotos que permitieron ubicarles mejor. Incluyendo una ecografía de su hijo nonato en la que figuraba el nombre del hospital y el condado en el que se encontraban. Tindell se ganó dos años y medio en prisión “gracias a Facebook”, como comentaba el fiscal del distrito Michael Schmidt.