La actriz Renée Zellweger se acostumbró a transformar su cuerpo. Cuando comenzó a protagonizar El diario de Bridget Jones en 2001, se vio en la obligación de subir más de 14 kilos, los cuales bajó rápidamente para unirse al musical Chicago. Luego, en 2004, volvió a engordar otros 13 kilos para la secuela de la exitosa comedia romántica, peso que también perdió en cosa de meses.
Esas alzas y bajas llamaron la atención del mundo espectáculo, sin embargo, no se convirtieron en una noticia mundial como el cambio que experimentó en su rostro hace un año.
En octubre del 2014, Zellweger sorprendió a todos al aparecer en un evento de la revista ELLE realizado en Los Ángeles, con una cara completamente diferente. En ese momento, se habló de un exceso de cirugías estéticas e incluso de una depresión que estaría pasando la actriz, sin embargo, ella negó esa información y aseguró que su nueva imagen se debía a un nuevo estilo de vida “más saludable” y a su recién encontrada paz interior.
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