¡Atención! 10 errores que TODOS cometemos al cepillarnos los DIENTES

Cepillarnos los dientes es algo que hacemos desde niños, sin embargo, pese a ser vital para prevenir infecciones bucales, no tenemos en cuenta que podemos cometer errores que impiden una correcta limpieza relacionados con el cepillo, la pasta de dientes e incluso la técnica empleada.

Nunca de derecha a izquierda

Precisamente la forma en la que nos cepillamos habitualmente los dientes es uno de los errores más frecuentes. A pesar de que lo hacemos de forma mecánica, un correcto movimiento es fundamental para eliminar los restos de comida sin dañar nuestros dientes y encías. Aclarado este aspecto, ¿de derecha a izquierda o de arriba abajo?

Si te sitúas en la primera, no te lavas los dientes como deberías. Los expertos recomiendan realizar movimientos de arriba abajo para prevenir la aparición de sarro. Así, no será necesario emplear demasiado tiempo en esta tarea, ya que lo haremos de forma correcta.

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Demasiada pasta de dientes

Si eres de las personas que se lavan los dientes en el trabajo, coincidiendo en más de una ocasión con algún compañero, habrás observado que no todos utilizamos la misma cantidad de pasta de dientes. Ser más rácano o generoso no es tan solo una cuestión económica cuando hablamos de la higiene bucal. Aunque a priori resulte extraño, lo más aconsejable es lavarse los dientes con poca pasta de dientes.

La intención es no crear una sensación de limpieza que no se corresponde con la realidad. Por ello, hay expertos que recomiendan incluso un primer lavado utilizando tan solo el cepillo de dientes.

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Cepillarnos después de comer

Como decíamos, desde niños nos han repetido hasta la saciedad eso de ‘tres veces al día y siempre después de las comidas’. Sin embargo, por más que se repita no siempre debe ser verdad, o en este caso lo más aconsejable. Esta premisa ha hecho que nada más comer muchas personas se dirijan directamente al baño para cepillarse los dientes. ¿Es lo más correcto? ¡No!

Es importante destacar que nos debemos lavar los dientes después de las comidas, pero no inmediatamente. Esto significa que al menos debemos esperar 30 minutos para aprovechar la acción de la saliva sobre los niveles de acidez.

 

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Emplear excesiva fuerza

La clave para realizar una correcta limpieza bucal se sitúa en eludir el aburrimiento sin caer en plantar una batalla a muerte entre tu cepillo y el sarro que se haya podido acumular en tus dientes, es decir, emplear excesiva fuerza en nuestros movimientos. Tanto realizar un cepillado pasivo como demasiado activo resulta perjudicial para nuestra higiene.

Si te aburres frente al espejo no eliminas por completo los restos de comida y si haces demasiada fuerza con el cepillo terminas desgastando el esmalte dental y dañando tus encías. Gracias al esmalte los dientes guardan su brillo natural.

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No dejar que se seque el cepillo y taparlo antes de tiempo

Buena parte de los cepillos que encontramos en el mercado vienen equipados con su propia tapa para favorecer a su conservación y traslado. Es cierto que puede resultar útil si se nos cae al suelo, pero favorecen notablemente la proliferación de todo tipo de bacterias y gérmenes, ya que impiden su correcto secado.

Así lo indicaba un estudio elaborado por la Escuela de Odontología de la Universidad de Alabama en Birmingham, donde detallaban que entre las cerdas del cepillo pueden acumulares estafilococos, bacterias culiformes e incluso gérmenes fecales. Como en el resto de utensilios del hogar, la humedad facilita su aparición.

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Pensar que con el cepillo es suficiente

Para la correcta limpieza bucal no debemos utilizar tan solo el cepillo. A pesar de que la gran mayoría únicamente recurre a esta herramienta a la hora de lavarse los dientes, tanto el hilo dental como el enjuague bucalson imprescindibles para completar esta tarea al 100%. El cepillo de dientes tiene ciertas limitaciones que le impiden eliminar todos los restos de comida.

Al igual que numerosos expertos recomiendan tener antes un enjuague bucal que un cepillo de dientes en el trabajo, en el caso del hilo dental tampoco es aconsejable utilizarlo en más de una ocasión al día.

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No cambiar el cepillo cada cierto tiempo

¿Cada cuánto tiempo sustituyes tu cepillo de dientes? Al igual que ocurre con otros utensilios de higiene personal, no es necesario esperar a que su apariencia resulte alarmante para decantarnos por comprar uno nuevo. Tanto en tu caso como en el de tus familiares, si estás cansado de ver el mismo cepillo de dientes tíralo a la basura y compra uno nuevo. Su precio es asequible para todos los bolsillos y los especialistas recomiendan que se cambie al menos cada cuatro semanas, un plazo que no se cumple en buena parte de los hogares.

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Olvidarse de la lengua

Estamos de acuerdo en que no es estético y que si comes en el trabajo puede resultar incómodo, pero cepillarse los dientes sin reparar en que las bacterias también se acumulan en la lengua hace que nuestra higiene bucal no sea completa. Por ello, lo más recomendable es limpiar nuestra lengua al menos una vez al día. De esta forma, evitaremos que las bacterias campen a sus anchas y que pueda ser causa de mal aliento.

La mayoría de los cepillos ya incorporan en la parte posterior unas membranas que actúan a modo de limpiador lingual. De lo contrario, también puedes comprar uno específico.

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Elegir un cepillo inadecuado

Hay personas que no le dan la importancia que se merece a la elección del cepillo de dientes. Que el antiguo ya presenta una apariencia alarmante, ir al supermercado y comprar  un pack de 3 a muy buen precio no es una buena elección.  A pesar de que no siempre reparamos en ello, no todos los cepillos son iguales y debemos decantarnos por el que mejor responda a nuestras necesidades.

En cualquier caso los expertos recomiendan utilizar como norma general cepillos de dureza media y de cabeza pequeña para que resulte más sencillo llegar a todas las áreas.

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¿Ahora? Mejor mañana…

Un estudio elaborado por Vitaldent en colaboración con la Universidad de Murcia en 2013 sobre hábitos bucodentales señalaba que poco más del 60% de los niños se lava los dientes antes de irse a la cama, un datoque empeora aún más cuando se trata de edades adultas.

Sin duda, se trata de una estadística preocupante ya que el último cepillado es el más importante de todos. Si no eliminamos por completo los restos de comida antes de irnos a la cama pueden producirse caries con mayorfacilidad dada la disminución de saliva durante las horas de sueño.

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