Fue expulsado del colegio y ahora su empresa vale 22.000 millones de dólares

Todos recordamos de nuestros años en el colegio a algún compañero juerguista que prefería irse de fiesta a estudiar. Que era un mal estudiante, respondón y que prefería hacer novillos, chistes y pasar de todo antes que obedecer las normas. Los profesores siempre vaticinan un futuro negro para esos ‘rebeldes’, y casi siempre aciertan. Pero a veces se equivocan, porque los ‘rebeldes’ también pueden tener éxito. Y si no, que se lo digan a Kevin Plank. 

Este estadounidense nacido en 1972 en la ciudad de Kensignton (Maryland) disfrutó a tope de la vida cuando estaba en el instituto. Si consideramos disfrutar de la vida a ir dando tumbos de fiesta en fiesta, ligar con toda chica que se le ponía por delante y beberse hasta el agua de los floreros.

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El joven Plank, quinto hijo de una familia de férreas convicciones religiosas, acudía a la academia preparatoria de Georgetown, en donde los cachorros de las familias más pudientes del estado de Maryland  se formaban para acudir a la prestigiosa universidad del mismo nombre. Pero a los 17 años Kevin solo quería pasárselo bien y eso no implicaba sentarse delante de un libro. Sus profesores no daban un duro por él, y lo terminaron expulsando del centro por bajo rendimiento académico y por su mal comportamiento.

Pero a pesar de este revés, Kevin pudo finalmente matricularse en una universidad. Y lo hizo gracias a su buen hacer en el campo de fútbol. Consiguió una beca en la Universidad de Maryland  para formar parte de su equipo de rugby. Y este hecho marcó su vida para siempre. 

Cada vez que disputaba un partido, Kevin se quejaba amargamente en el vestuario de lo incómoda que era la equipación que tenía que lucir. Sobre todo, por la camiseta, una prenda que no transpiraba y que en cuanto se mojaba de sudor pesaba una barbaridad, limitando sus movimientos en el campo de juego. 

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Así que Kevin empezó a barruntar la idea que luego le haría billonario: crear ropa de deporte que no fuera un estorbo. Lo que vino a continuación es el clásico ejemplo de sueño americano: fundo la empresa  Under Armour con la que empezó a fabricar camisetas a pequeña escala y ahora da empleo a 11.000 personas y tiene un valor en la bolsa de Wall Street de 15.000 millones de euros.

Under Armour es de las pocas empresas que pueden competir con gigantes como Nike y Adidas, y patrocina  a las principales figuras del fútbol americano, como Tom Brady. En España es conocida por los rumores que apuntan a que vestirá al Barça a partir de 2018, fecha en la que los culés terminan contrato con Nike. 

¿Cuál es el éxito de Under Armour? Kevin Plank siempre ha dicho que la clave estuvo en su apuesta por nuevos materiales como el poliéster o el nylon, que permiten una mayor ligereza y flexibilidad, cuando la competencia utilizaba solo el el algodón para crear sus prendas. Es decir, se salió del camino establecido. Como cuando era adolescente. 

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