Kim Kardashian ha sembrado con su cuerpo un nuevo cánon de belleza en esta década, sin embargo, no parece ya estar muy contenta con sus curvas y ha asegurado en su reality «Keeping Up with the Kardashian» que va a someterse a varias operaciones de cirugía estética para “recuperar su figura de siempre“. Puede que se refiera a esta, que dista mucho de la que la famosa ha lucido en estos últimos años:

Estas “varias” operaciones serán concretamente siete. Con ellas Kim perderá su seña de identidad, vaya, su exagerado y voluptuoso trasero. Y es que después de este segundo embarazo la Kardashian quiere cambiar radicalmente y para ello se realizará:

– Una liposucción
– Un levantamiento de pecho
– Eliminará grasa de su trasero
– Eliminará grasa de su tripa
– Se inyectará bótox
– Se realizará un ‘lifting vampírico’: se inyectará en la cara sus propias plaquetas para parecer más joven.

Y todo esto, después de que varios fans de la socialité alrededor del mundo se hayan gastado miles de dólares en parecerse a ella:

La última aparición de Kim Kardashian ha sido recientemente, un mes después de parir, con un look total black para, se cree, esconder los kilos de más ganados durante el embarazo.

A toda esta polémica le ha echado fuego Charlie Sheen. El actor publicó una serie de tweets en los que ha criticado duramente a la famosa del clan Kardashian, con perlas como: “tienes cero talento”, “tienes suerte de que a nadie le importe la desagradable y ridícula bolsa que te atreves a llamar trasero. Tu público te ama y por eso deberías dar algo de vuelta. Si no, jóde*e” o “Mis disculpas a su marido, gran tipo estoy seguro, espero que su visión regrese algún día”. Más tarde el actor rectificaba, eliminaba sus tweets y pedía públicas disculpas a través de twitter: “Querida Kim, estoy extremadamente avergonzado por mis acciones. Estaba muy enojado por una mierda que no tenía nada que ver contigo. Escuché una historia que me molestó. Escribí basura que no te merecías. Soy un idiota con la misma frecuencia con la que soy un genio”.

Después de que opinión pública y medios se cuestionaran durante años si el culo de la Kardashian es o no natural, solo hay una explicación plausible para todo esto: a la Kardashian se le fue la mano con su trasero, y es que todo lo que sube acaba bajando. Suerte para ella que no hay nada que el dinero y los cirujanos no puedan solucionar.