¿Qué hubiese sido de estos filmes sin ellos?

Cuando vemos a un actor en una súperproducción de Hollywood podemos llegar a pensar que lo dio todo en el proyecto, que amaron a su personaje y estuvieron totalmente de acuerdo en cada uno de los detalles. Pero, como un trabajo al fin, no todo son sonrisas y afirmaciones.

Las siguientes ocho escenas casi provocan que sus actores renunciaran a la producción por no estar de acuerdo con el rumbo que tomó la historia.

1. Michelle Rodríguez en Rápido y Furioso:

Durante la producción de la primera película de la saga, la actriz consideró abandonar el proyecto por no estar de acuerdo en cómo su personaje, Letty Ortiz, fue escrito.

Específicamente, a Michelle le pareció absurdo que Letty traicionara a su amor Dom con el policía encubierto Brian (Paul Walker). Por suerte, los guionistas le hicieron caso.

2. Jim Carrey en El Grinch:

Aunque cueste creerlo, Jim Carrey pasó por un riguroso proceso de selección para obtener el característico papel, incluyendo audicionar frente a la mismísima viuda del Dr. Seuss.

Si embargo, nada de eso se compara a la tortura que significó para el actor someterse a la caracterización física, en donde debía usar unos lentes de contacto que le hicieron gran daño. De hecho, algunas escenas tuvieron que ser modificada digitalmente.
Jim lo superó y no renunció.

3. Ian McKellen en El Hobbit:

¿Se imaginan a Gandalf interpretado por otro actor? ¡Nosotros tampoco! Durante la filmación de El Hobbit: Un viaje inesperado, el Sir consideró salirse ya que le frustró el hecho de que casi todas sus escenas fueron grabadas en un estudio con pantalla verde, ya que su personaje era más alto que el resto. Para tranquilidad de la humanidad, el director lo convenció de seguir.

4. Jessica Alba en Los 4 Fantásticos Silver Surfer:

Si odiaste esta película, estas del lado de Jessica Alba, quien interpretó a Sue Storm, la mujer invisible.

Pero el no ser invisible no impidió que tuviera problemas con el director Tim Story, quien a su juicio le hacía exigencias absurdas como que mantuviera una “cara bonita” mientras grababa una escena de llanto.

5. Brad Pitt en Entrevista con el Vampiro:

La película de 1994 unió en pantalla a Tom Cruise y Brad Pitt, pero la hazaña pudo no llegar a realizarse ya que Brad se le acercó al director David Geffen para indicarle que quería irse. Todo cambio cuando Geffen le dijo a Brad que su contrato sería por 40 millones de dólares.

6. Al Pacino en El Padrino:

Con una nominación al Oscar como Mejor Actor de Reparto y una como Mejor Actor en la secuela, es difícil llegar a pensar que Al Pacino estuvo a punto de dejar su emblemático personaje, pero sí fue así.

El actor contó que de hecho en los primeras días de grabación salió del set dirigido por Francis Ford Coppola por los tratos que recibía por parte de la producción.

7. Emma Watson en Harry Potter, La Orden del Fénix:

Para cualquiera, ser parte de la saga de Harry Potter pudo haber sido la esperada oportunidad de su vida, y aunque Emma Watson no se arrepiente de haberlo hecho, en el 2006 estuvo a punto de decirle “adiós” a Hermione, en cierta forma por estar cansada de su atadura al personaje y la rigurosidad del estudio ante las filmaciones.