Las últimas palabras de 10 asesinos seriales ¡No creerás la #5!

¿Alguna vez te has puesto a pensar sobre las últimas palabras de los criminales que han sido condenados a muerte? Quizá en ellas muestren arrepentimiento o pidan disculpas a familiares y amigos de sus víctimas. ¿Se sentirán culpables?

Quizás en vida hayan dicho muchas cosas, pero sus últimas palabras fueron una ventana a la retorcida mente que los condujo a convertirse en asesinos en serie. Aquí una pequeña colección de últimas palabras antes de que los 10 asesinos en serie más famosos fueran ejecutados por sus crímenes:

1. Amelia Dyer

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Condenada por numerosos asesinatos: seis de ellos, después de ser investigados a fondo, fueron confirmados y los demás 400 atribuidos (¡incluso se considera que eran más!). Todas sus víctimas eran bebés o niños muy pequeños. Dyer era enfermera y obviamente sabía recibir partos. Creó un orfanato falso donde se ofrecía ayudar a las mujeres embarazadas que no tenían dinero para criar a sus hijos o a las que querían deshacerse de sus bebés y abandonarlos. Todos los niños murieron por asfixia o estrangulamiento.

La mujer fue ejecutada a la edad de 58 años, el 10 de junio de 1896. Reasumió su miserable vida diciendo “No tengo nada que decir”.

2. Thomas J. Grasso

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Fue condenado a muerte por homicidio. Mató a una anciana estrangulándola con la iluminación navideña. Después robó de su monedero 8 dólares y se llevó de su casa el televisor para venderlo por 125 dólares. Su segunda víctima fue un hombre viejo al que también le había robado antes.

Sus últimas palabras las aprovechó para quejarse de su última comida: “No tuve el espaguetis que había pedido. Quiero que la prensa lo sepa”.

3. Aileen Wuornos

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Fue una asesina en serie estadounidense que admitió haber matado a siete hombres en incidentes separados; todos ellos, afirmó, la violaron (o intentaron hacerlo) mientras ejercía la prostitución. Fue condenada a muerte en 1992 y posteriormente ejecutada por Inyección letal por el estado de Florida diez años después de su arresto y juicio posterior.

La ejecución fue realizada el 9 de octubre de 2002 por inyección letal. Lo último que se escuchó de su boca fue lo siguiente: “Solo me gustaría decir que estoy navegando con la roca y voy a estar de vuelta como el Día de la Independencia, con Jesús, el 6 de junio. Como en la película, gran nave nodriza y todo eso. Regresaré”.

4. James French

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Mató a dos personas, una de ellas fue la víctima por cuyo asesinato French fue encerrado en la prisión y la otra fue su compañero de celda al que mató después de la detención. Todo empezó el día en que French fue recogido de la carretera por un motorista y luego, sin ningún motivo, lo asesinó. Poco después de que lo hayan detenido, simplemente empezó a estrangular a su compañero de celda causándole la muerte.

Fue ejecutado en la silla eléctrica a la edad de 30 años, el 10 de agosto de 1966. Sus famosas últimas palabras fueron: “¿Cómo es esto para un título? ‘French Fries’” (papas a la francesa).

5. John Wayne Gacy Jr. (conocido como “Pogo el Payaso”)

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Fue un asesino en serie estadounidense que violó y mató a 33 hombres jóvenes entre 1972 y 1978. Veintiséis de sus víctimas fueron enterradas en el semisótano de su propia casa, otras tres en otros lugares de la casa, y otras cuatro fueron lanzadas a un río cercano. Se le llamó “El payaso asesino” porque hacía servicios sociales en desfiles y fiestas de niños vestido de payaso, se hacía llamar “Pogo el payaso”, personaje que creó él mismo.

La ejecución del criminal que se realizó por inyección letal tuvo lugar en Chicago el 10 de mayo de 1994. Sus últimas palabras que describen su personalidad de la mejor manera fueron: “¡Bésenme el culo! ¡Nunca sabrán dónde están los otros”. Nada de arrepentimientos ni de remordimientos.

6. Edward Kelly, conocido como Ned

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Todos los delitos que cometió eran homicidios. En total, mató a seis personas y todas murieron por disparos.

Su ejecución se realizó el 11 de noviembre de 1880 cuando el asesino contaba con sólo 25 años de edad. El delincuente fue ahorcado. Lo último que dijo antes de su muerte fue la frase que todos usamos de vez en cuando: “Así es la vida”. Así sencillamente.

7. Robert Alton Harris

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Condenado por haber matado a disparos a dos muchachos jóvenes en San Diego.

La ejecución del asesino se realizó el 21 de abril de 1992 en la cámara de gas. Las últimas palabras que salieron de su boca sonaban: “Usted puede ser un rey o un barrendero, pero todo el mundo baila con la parca”.

8. Peter Kürten, conocido como “El vampiro de Düsseldorf”

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Un asesino en serie alemán, que alcanzó fama mundial por los asesinatos en serie y los asaltos sexuales que llevó a cabo entre febrero y noviembre de 1929 en la ciudad de Düsseldorf, los cuales también hicieron famosa a esta ciudad fuera de Alemania. Kürten ganó la fama de “vampiro” al afirmar durante su juicio que había bebido la sangre de unas de sus víctimas.

La ejecución de Peter Kürten se realizó el 2 de junio de 1931 en Colonia, en Alemania. Las últimas palabras que dijo antes de morir son las siguientes y hacen que se me ponga la piel de gallina: “Dime ¿Después de que mi cabeza haya sido cortada, voy a seguir siendo capaz de escuchar, al menos por un momento, el sonido de mi propia sangre que brota del tronco de mi cuello? Eso sería un placer para poner fin a todos los placeres”.

9. Manuel Pina Babbit, conocido como Manny Babbit

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Condenado por numerosos robos, por abuso físico y por haber matado a una de sus víctimas. Hasta hoy no se sabe muy bien de qué manera lo hizo.

La ejecución tuvo lugar en California. Lo curioso es que Manuel “Manny” Pina Babbit, aparte de ser asesino, también era un veterano de la guerra de Vietnam, y mientras estaba en la silla de la muerte recibió el Corazón Púrpura como reconocimiento por lesiones en la guerra. Sus últimas palabras fueron: “Te perdono todo”.

10. Barbara Graham

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Una mujer de compañía estadounidense que fue condenada por asesinato. Mató a su víctima con una pistola-látigo. Murió ejecutada el 3 de junio de 1955 en la cámara de gas. Sus famosas últimas palabras fueron: “Las buenas personas están siempre tan seguras de que tienen razón.”