Los vellos y pliegues en el lóbulo no son tan inútiles como creías.
¿Odias esos vellitos en la oreja y detestas los pliegues en el lóbulo? Te tengo noticias. Así como la mirada es el reflejo del alma, las orejas son el reflejo del estado de nuestras arterias. No es casualidad que las orejas hayan sido materia de estudio para indagar el buen funcionamiento de nuestro cuerpo.
La apariencia de nuestras orejas se relacionan con el (buen o mal) funcionamiento de nuestro sistema cardiovascular. El médico Sander T. Frank, realizó en 1973, numerosos estudios que demostraron que existe un estrecho vínculo entre la existencia del pliegue de las orejas con las posibilidad de padecer enfermedades cardiovasculares.
Además de ello, en 1989, un grupo de médicos de la india estudiaron el caso y llegaron a la conclusión de que las personas que habían padecido enfermedades vasculares, contaban la característica de tener vellos en las orejas y/o pliegues en el lóbulo.
La ciencia no logra explicar el por qué de esta peculiar relación, pero cada uno tiene su propia teoría al respecto.
Supuestamente los folículos pilosos del oído son más sensibles a la testosterona. Así, la variación en los niveles de la misma, hace crecer vello en esa zona. La relación entre testosterona y enfermedades cardíacas resulta muy compleja, pero se debe aclarar una cosa: la probabilidad de padecer alguna enfermedad cardíaca, aumenta de manera importante independientemente del nivel de testosterona.
La realidad es que la mayoría de las enfermedades cardiovasculares pudieron haber sido prevenidasde haberse diagnosticado a tiempo. Con lo que cualquier medida que pueda disminuir esta situación, merece ser estudiada a profundidad.
Si tienes alguno de estos signos, será mejor que descartes con tu médico cualquier posible enfermedad.
Más vale prevenir que lamentar.