El actor ha contado en un libro autobiográfico que incluso tuvo pesadillas…
Se cumplen tres años del final de una de las mejores series de ficción televisiva, ‘Breaking Bad’, que narra la historia de cómo el pluriempleado profesor de química Walter White (Bryan Cranston), diagnosticado con un cáncer de pulmón inoperable, termina convirtiéndose en uno de los mayores capos de la droga de Estados Unidos con tal de dejar dinero para que su familia pueda vivir sin ahogos tras su muerte.
‘Breaking Bad’ supuso una auténtica revolución, situándose como una de las series dramáticas más importantes de la historia y su protagonista, Bryan Craston, de 60 años (que habíamos visto antes en ‘Malcolm In The Middle’), ha sido laureado por fans y crítica y multitud de veces premiado por su papel de Heisenberg.
Es por ello que la publicación de su biografía ha suscitado especial interés y es que en el libro el actor revela algunos secretos de su papel en la serie.
Da un vistazo:
El más personal: La escena que más le costó llevar a cabo.
Según un extracto publicado en exclusiva por Entertainment Weekly esa escena fue la de la muerte de la novia de su socio Jesse Pinkman… La muerte de Jane, a quien pudo salvar pero decidió dejarla morir, le atormentó desde el primer momento.
Perteneciente a la segunda temporada: En este capítulo Walter White entra a buscar a Jesse y le ve acostado en la cama junto a su novia, intenta despertarlo pero sus esfuerzos son en balde, Jesse y Jane se han drogado tanto que están totalmente idos.
Aquí la escena:
En ese momento, Jane comienza a ahogarse en su propio vómito. Simplemente con acostarla de lado Walter podría salvar su vida, pero decide no hacerlo y verla morir… Actúa de forma egoísta, movido por sus propios intereses, convencido de que ella es una compañía tóxica para Jesse, que le acabará llevando a la tumba.
Antes de la salida del audiolibro, Walter White ya había explicado…
En alguna ocasión que esa escena fue particularmente difícil para él ya que tenía “un coste emocional” elevado, en su caso el suyo fue una mezcla de culpabilidad (porque veía la cara de su hija Taylor en la de la actriz que interpretaba a Jane) y de sentimiento ya que en la vida real el actor tuvo una relación sentimental con una adicta que tuvo una sobredosis que por suerte no fue fatal… Él desconocía de su adicción, hasta que fue demasiado obvio y se vio en el hospital.
Tras este episodio, él lo intentó todo con ella pero fue imposible.
Entonces cortaron, se mudó y ella siguió acosándole… Confiesa el actor que entonces tuvo una pesadilla de sí mismo matando a su exnovia, una vivencia humana que décadas más tarde pudo utilizar para construir su complejo personaje de Walter White “Lo puse todo, todo de mí en esa escena”, dice Bryan.
“Fui Walter White, pero nunca fui más yo mismo. Me vi capaz de matar a otro ser humano, algo que nunca había sentido antes… Me asusté”
