Quedó realmente irreconocible.
Jennifer Ginley escondía un gran dolor tras su constante y forzada sonrisa. Estaba enamorada de su novio Luke, con quien compartía hace más de 11 años, pero no podía permitirse llegar al matrimonio luciendo así. Según relata esta joven de 26 años, su subida de peso comenzó cuando era adolescente, pero luego de graduarse de la escuela y alejarse de sus padres, ésta se disparó, y llegó a pesar más de 120 kilos.
Ella no quería caminar por el altar ni mucho menos aparecer en las fotografías con un cuerpo que le incomodaba de esa forma.
Por eso, le pidió a Luke que la esperara, hasta que pudiera lograr su meta de llegar a pesar lo que debía para su altura y edad.
Por su gran tamaño, tenía que usar extensiones de cinturón de seguridad, y ni siquiera cabía en los asientos de las montañas rusas.
Pero fueron unas esperadas vacaciones, las que definitivamente terminaron saturándola y la impulsaron a cambiar su vida de una vez por todas.
“Tuve que pedir un alargador para el cinturón de seguridad en el avión, y viajar allí en asientos ajustados para gente más grande. Quedé horrorizada cuando vi las fotos. Una de mí con la Sirenita -mi personaje favorito de Disney- en realidad me hizo jadear.
Me veía con tan mala salud que lloré, preguntándome cómo y por qué me había hecho eso a mí misma”.
-Jennifer Ginley, The Mirror-
Ginley se unió entonces a la organización Slimming World para cambiar su vida. Ésta ayuda a las personas a bajar de peso y las acompaña en el proceso.
“Había intentado muchas dietas en el pasado, pero todas parecían hacer que la comida fuera el enemigo, así que nunca renunciaba a mi relación con el exceso de comida y nada parecía funcionar para mí”.
-Jennifer Ginley-
Pero este equipo, con una dieta especial y entrenamientos, logró que cambiara su mente y su vida.
En un año llegó a perder 57 kilos, o sea prácticamente la mitad de su antiguo peso, una cifra que la dejó irreconocible, muy sana y realmente feliz.
Su madre y su hermana también se unieron a apoyarla, y entre ambas bajaron 45 kilos.
El antes y después es realmente impactante. Es como si Ginley fuera otra persona cuando posa con ellas o con su novio en las fotografías.
Además, por su eficiencia y constancia en el programa, ganó recientemente el premio a Miss Slinky 2017.
Al fin era feliz, se sentía más cómoda y segura consigo misma, y lo más importante, estaba lista para casarse.
Su hombre, luego de haberla esperado como tanto pedía para lograr bajar de peso, al fin ya estaba listo para hacer la pregunta.
“Allí estaba yo, admirando la majestuosidad que es Howarts en la nieve -se encontraban en Warner Studios– y Luke, mi mejor amigo, el amor de mi vida y alma gemela, se hincó sobre una rodilla, abrió una pequeña caja negra revelando el anillo más increíble en el que he puesto mis ojos.
¿Es esto la vida real?, ¡no puedo poner en palabras cómo me siento!, ¡estoy inundada en emociones!”
-Jennifer Ginley, Instagram-
Las palabras que me dijo antes de pedir que me casara con él, permanecerán conmigo toda la vida. Lo amo más allá de lo posible”.
-Jennifer Ginley-
Ginley ahora solo se enfoca en seguir mejorando y bueno, en buscar un vestido de novia.
“Si pude lograr esto, sé que tú también”
-Jennifer Ginley-
Su caso es una inspiración para todos. Ella realmente logró ser feliz luego de alcanzar la meta que se propuso, por muy lejana que pareciera, y la logró en un periodo increíblemente corto.