Las 13 formas más dolorosas de morir, según la ciencia ¡La #10 es MUY cruel!

En realidad no es como que tengamos opción, y sin afán de spoiler, pero al final de la vida todos morimos. Y dentro de esta primicia, la mayoría deseamos que, de llegarnos el día, nuestra ida sea lo menos dolorosa e insufrible.

Morir de viejo sería lo ideal, o mientras duermes pero, en realidad, todo es cuestión de suerte y no siempre nos favorece, ¿qué tal si morimos de una forma horrible? como las muertes en esta lista. De acuerdo a la ciencia, estas son las peores formas de morir:

1. Deshidratación

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Tomar agua no sólo es un consejo de salud, nuestro cuerpo es sabio y nos hace saber cuando la necesita. Los líquidos ayudan a que la sangre fluya, la piel se hidrate y a arrojar todas las toxinas al orinar. Por el contrario, si el cuerpo se deshidrata comenzamos a sentirlo inmediatamente, pero lo peor es que las células del cerebro también sufren, y eso es malo.

Cuando tu cerebro se ve afectado comienzas a delirar y a sentirte mareado; los dolores de cabeza son insoportables y, en última instancia, caerías en coma, hasta que cada órgano de tu cuerpo deje de funcionar. Peor aún, el cerebro se encoje dentro del cráneo, ocasionando muerte cerebral.

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Mientras todo eso sucede, los órganos también se encogen, comenzando por riñones, pues ya no podrán manejar la toxicidad y la sangre se convierte básicamente en veneno. Uno por uno, cada órgano del cuerpo se va apagando. Todo esto sucede en aproximadamente dos semanas.

2. Inanición

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Morir de hambre es una de las peores maneras de morir. Por millones de años, nuestro cuerpo ha evolucionado para protegernos y adaptar el metabolismo a condiciones externas.

Cuando tu cuerpo se enfrenta a la inanición comienza a aprovechar el almacenamiento de grasa para intentar tener energía. Cuando esta se acaba, el cuerpo comienza a quemar el músculo.

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Después de eso es peor, pues necesitamos más energía, pero ya no hay nutrientes y vitaminas que ayuden. Así nos hacemos vulnerables y hay riesgo de contraer enfermedades más rápido. Si no consigues morir por infección, te enfrentarás a un periodo de fatiga y apatía debido a los niveles insuficientes de electrolitos. Una vez que todos los músculos, la grasa y los órganos han sido canibalizados, el cuerpo irá tras el corazón, y a continuación se produce un paro cardíaco.

Es un ciclo brutal, pues básicamente es tu cuerpo comiéndose así mismo para intentar seguir vivo, pero es el proceso lo que te domina.

3. Caer en un elevador

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Esto podría ser la pesadilla de muchos, sobre todo de los claustrofóbicos. En realidad esta muerte es poco probable gracias a muchos reglamentos y frenos de seguridad, pero imaginarlo es horrible. De acuerdo a distintos científicos, si te encuentras en un ascensor que se precipita hacia un piso sólido, lo mejor que podemos hacer es acostarnos de espalda en el suelo. Esto diseminaría las fuerzas G uniformemente por todo el cuerpo y haría que el impacto se sintiera menos severo.

Si permaneces de pie, pueden suceder varias cosas: a) tus órganos seguirán moviéndose a la misma velocidad descendente del ascensor y podrían desgarrarse completamente; b) la fuerza cinética del impacto recorrería tus piernas y podría romper tus huesos, y c) la parada final podría hacer que el propio ascensor se separe, causando graves daños corporales.

Si te encuentras en esta situación lo mejor es esperar a que las características de seguridad sean efectivas, si no, pues a orar porque el ascensor se detenga por medio de los cables, y amortigüen la caída.

4. Ahogarte en el fondo de la Fosa de las Marianas

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Esta fosa es el punto más hondo del océano en la Tierra. LLega a los 11 mil metros de profundidad en su punto más hondo. Es muy obscuro e inhóspito allá abajo, además de que viven peces orrendos y bacterias, es un lugar horrible.

Así que no sólo te ahogarás (que de por sí ya es feo), caer en lo más profundo del océano te succionará. La presión allá abajo es de 15,750 psi, que es 1000 veces más la presión atmosférica a nivel del mar. Ya que nuestro cuerpo, en su mayoría, se compone de agua, el agua no puede comprimirse, por lo que el cuerpo por fuera se verá igual, pero todos los huesos se quebrarán en el interior, y  orificios como fosas nasales, garganta y pecho colapsarán.

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Si eres superhumano y eso no logra matarte, entonces la temperatura de 0 grados lo hará, y podrías morir de hipotermia, los respiraderos geotérmicos de agua hirviendo caliente (700 grados de calor) te inmolarían, o te asfixiarías. Al final no serás más que alimento para los horrendos peces que viven ahí.

5. Crucifixión

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A la luz de la Pascua que acaba de terminar, esta forma de ejecución es una de las más barbáricas. Mientras que la mayoría piensa que la peor parte son los clavos en las manos y pies, y la exposición, no es así. Es lo que sucede después, por lo que a los romanos les encantó.

Cuando una persona es clavada en la cruz, intentarán instintivamente apoyar su peso en sus manos y pies lesionados, pero al final su fuerza se acaba; sus piernas fallan, los brazos salen de sus órbitas y el pecho cuelga. Esto hace que sea imposible exhalar completamente y que los niveles de dióxido de carbono en el cuerpo aumenten hasta que se asfixie.

Todo este proceso podía tomar horas, incluso días, y representaba una fuente de entretenimiento para los romanos.

6. Insomnio

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No dormir es una forma de morir indirecta, pero desagradable. Primero, la privación del sueño puede hacer que los reflejos y procesos cognitivos se vean afectados, de modo que podrás cometer errores o causar accidentes. A largo plazo, la privación del sueño también puede afectarnos, pues nuestro cuerpo no está recuperando y reiniciando de la jornada. Para que conste, 11 días es lo más que puede aguantar el ser humano despierto, así lo afirma una investigación realizada por Randy Gardner, en 1964.

Por otro lado, existe una condición llamada insomnio familiar fatal, que es una condición genética que resulta de un prión mutado en el cerebro. Sólo 40 familias en el mundo han sido confirmadas en padecerlo, y sólo 100 personas han sido afectadas. Si lo padeces es una condena de dos años en los que sentirás pánico, ansiedad, alucinaciones, pérdida rápida de peso, pérdida completa del sueño, demencia y, finalmente, la muerte.

7. Quemado

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De todas las posibles maneras de morir esta es la menos preferible por la mayoría de las personas. De hecho 9 de cada 10 dicen preferir morir congelados que quemados. Esto explica por qué la quema de personas vivas era un método popular de ejecución en aquellos días inquisitivos, por no hablar de las personas que pierden sus vidas en accidentes que incluyen explosiones o cuando se queman las casas, ese tipo de eventos fortuitos.

Si eres lo suficientemente afortunado, los vapores tóxicos te matarán primero. En accidentes de este tipo, el 75% de las personas mueren por aspirar monóxido de carbono, lo que es un pequeño alivio, ya que no sentirás cuando las llamas se apoderen de tu cuerpo.

Si esto no sucede, es posible que estemos por experimentar la peor muerte de todas. Piensa en la última vez que sufriste una quemadura; ahora imagina que el proceso se las llamas/calor están estimulando los nervios y cocinando tu carne que, en realidad, esto aumenta la sensibilidad al dolor de la piel (es como la defensa natural del cuerpo para sacarte de allí).

Después de que la primera capa se quema, un dolor más profundo, más terroso comienza cuando los músculos comienzan a endurecerse y comienzas a oler cómo tu cuerpo se cocina. Finalmente, la pérdida de sangre y líquidos hará que su corazón se detenga.

8. Inyección Letal

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Muchos podrán decir que es una forma humana de ejecutar, pero no siempre. Seguro que es mejor que morir colgado, decapitación o electrocutado, pero el proceso de inyección no es infalible.

La forma en que funciona es que hay tres elementos en la inyección letal: sodio tiopental (que te deja inconsciente), bromuro de pancuronio (para paralizar) y cloruro de potasio (para matar). La cosa es que, a pesar de que parece un legítimo procedimiento médico, no está regulado; no hay dosis estándar, ni pruebas rigurosas para asegurar que el recluso esté completamente inconsciente o paralizado antes de ser ejecutado.

Algunas historias de testigos han registrado que los reclusos reciben una dosis demasiado baja de tiopental sódico, por lo que no están completamente inconcientes antes de que su corazón se detiene y se sofocan. Los testigos han informado de casos en que los reclusos se retorcían y trataban de safarse.

9. Silla eléctrica

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Por otro lado existe la silla eléctrica, que es 1000 veces peor. A medida que la corriente eléctrica recorre tu cuerpo, el corazón se detiene, la sangre hierve y el sistema nervioso se vuelve loco, causando asfixia y cambios fisiológicos que no han de ser nada bonito de sentir y presenciar.

Y aunque creas que es rápido, no es así. Algunos informes indican que, a veces, la corriente es demasiado baja, por lo que el proceso es lento y doloroso.

10. Decapitado

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La inquisición francesa y los Tudors lo hacen ver tan sencillo, no lo es. Imaginen que el arma o artefacto a usar no sea lo suficientemente filoso, que la fuerza no sea la suficiente, y ahí está uno, sintiendo cómo es parcialmente decapitado.

Numerosas historias sobre guillotinas y hachas que no completan al 100% su trabajo dan fe y legalidad a mi punto, pues cuentan que han dejado a la persona en extremo dolor. Eso sin mencionar las historias de cabezas desencarnadas que retienen la conciencia durante algún tiempo después de la separación de sus cuerpos. Algunos dicen que una cabeza permanece viva por 30 segundos, algunos dicen solamente de 3-5, pero eso es todavía demasiado largo para estar sin cuerpo y en dolor agonizante.

11. Radiación

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No importa que las películas de superhéroes nos hayan dicho que la exposición a la radiación nos dará superpoderes, la realidad es que morirás de una manera dolorosa.

Si nos exponemos a la radiación, obtendremos, esencialmente, una dosis de algo que arrancará átomos y moléculas, y hará que nuestro cuerpo se descomponga. La gravedad de la degradación depende del tipo de dosis y el tipo de radiación. Pequeñas dosis ocasionarán náuseas, dolores de cabeza, vómitos, fiebres y erupciones cutáneas. Dosis más altas hacen que las células se degraden y las células sanguíneas mueran. Esto significa que el sistema inmunológico se debilitará, pudiendo desarrollar hemofilia, la piel se ampollará y comenzará a reventar.

Además de los síntomas físicos, también hay daños neurológicos, temblores, convulsiones, dolor insoportable y su ADN está irreparablemente mutado. Entonces morirás.

12. Flotar demasiado cerca de una estrella de neutrones

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Una estrella de neutrones es el núcleo colapsado de una gran estrella, convirtiéndose en una de las estrellas más pequeñas y densas que conocemos. Son extremadamente calientes, con un campo magnético increíblemente alto y una cantidad aún mayor de gravedad (como 2 con 12 ceros después de ella) más fuerte que la Tierra.

Así que, si por casualidad te encuentras en una nave espacial y te separas de ella, comenzarás a caer libremente hacia la estrella de neutrones, y no es la caída la que te matará, ni el calor, será la gravedad. La gravedad es más fuerte en instancias más cercanas y más débil más lejos, por lo que si estás cayendo de cabeza serás tirado hacia la estrella con una mayor fuerza que el resto de tu cuerpo, y esta fuerza te desmembrará por completo.

13. Descompresión

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Si pensaste que la experiencia de la implosión anteriormente descrita en la Fosa de las Marianas era horrible, tampoco te va a gustar esto. La descompresión explosiva es lo opuesto, donde la presión fuera del cuerpo es insignificante y el cuerpo se expande para luego explotar. Esto ha ocurrido más a menudo de lo que imaginamos.

En 1983, cuatro buzos se encontraban dentro de una cámara de descompresión en la plataforma petrolera Byford Dolphin, cuando se descomprimió explosivamente. La presión del aire pasó de nueve atmósferas a una en menos de un segundo, y el daño a los buzos fue catastrófico. Todo en su cuerpo fue expulsado forzosamente de su torso, incluyendo su espina dorsal, y algunas partes volaron hasta 30 pies. Pero al menos fue rápido.

Hubo otro incidente, durante la misión rusa Soyuz 11. Durante su reentrada en la atmósfera, un sello filtró, haciendo que la cabina se despresurizara. Cualquier gas atrapado en los pulmones se expandió, haciendo que los astronautas se sintieran como si hubieran sido pateados en el pecho. Entonces burbujas de gases disueltos en la sangre viajan a través del sistema circulatorio, causando dolor y obstruyendo el flujo sanguíneo, y finalmente resultando en 3 cosmonautas muertos aterrizando en la Tierra.