Mujer asegura tener el cuerpo más tonificado del mundo. Empezó a levantar pesas cuando tenía 14 años

Las fotografías de la atleta, quien pesa cerca de 90 kg., logran impactar incluso a los entrenadores físicos más reconocidos del mundo.

 

Desde que tenía 14 años, Natalia Kuznetsova mostró interés por el levantamiento de pesas, entrenamiento conocido por estimular el crecimiento y desarrollo muscular. A raíz del arduo entrenamiento que llevó a cabo desde que era una adolescente, la mujer oriunda de la localidad de Chita, en Rusia, siempre se caracterizó por tener un cuerpo desmesuradamente distinto al de las niñas de su edad.

Su afición por las pesas y el entrenamiento la hizo tomar la decisión de convertirse en entrenadora física, gracias a lo cual logró un desarrollo muscular aún más exuberante, rompiendo récords a nivel mundial. Sus características físicas, las cuales exhibe de forma constante a través de redes sociales, han provocado que Kuznetsova de 26 años sea una verdadera celebridad.

“La gente definitivamente me reconoce. Un cuerpo atlético puede ser distinguido aún con ropa. Mucha gente me reconoce, me piden sacarse una fotografía conmigo, incluso saben mi nombre. Es sorprendente”.

 

 

A principios del año 2016, la reconocida atleta decidió retirarse del mundo del fisicoculturismo e intentó llevar una vida de acuerdo a estándares comunes y corrientes, sin embargo hoy ha anunciado su flamante regreso a las pistas. De manera inédita, Kuznetsova estuvo cerca de 18 meses sin entrenamiento físico, sin embargo sus rasgos parecieran no haberse esfumado en lo absoluto.

Con 26 años, la mujer busca recuperar su estado físico y ganar la masa muscular que perdió a raíz de la inactividad física que mantuvo por más de un año. Su entrenamiento físico consta de ejercicio durante varias horas al día y una estricta dieta en donde la proteína es la protagonista

La atleta cuenta actualmente con cerca de 200 mil seguidores, los cuales exhiben en muchas ocasiones odiosos comentarios en contra de su cuerpo, manifestando que éste no se ajustaría a estándares estéticos. Ante esto, Kuznetsova admite que con el tiempo ha aprendido a lidiar con ellos y a aceptar la diversidad de opiniones.