Hace 70 años Dubái era un desierto donde modestos comerciantes luchaban por sobrevivir. Tras la segunda Guerra mundial su población sufrió grandes periodos de escasez y hambre.
En 1969 todo cambio, Dubái encontró petróleo en sus tierra y la fiebre del oro negro se apodero de sus habitantes. Quienes antaño no tuvieron nada decidieron gritar al mundo que su riqueza no tenia fin y la humildad dio paso a la ostentación.
Como nuevos ricos, Dubái se convirtió en la tierra del lujo y en la que el tamaño parece importar y mucho. Sus habitantes compiten entre si por demostrar su poderío y en un absurdo alarde de ego han creado una impresionante ciudad que alberga miles de excentricidades.
Dubai, el hogar del edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa.
Hoy no es suficiente tener un edificio en Dubai sino que tiene que ser el más alto
El centro comercial más grande del mundo.
¿Qué centro comercial no tiene un gigantesco acuario marino en sus galerías?
El jardín Milagro.
Gritar al mundo que Dubái puede obrar milagros y construir el mayor jardín de flores del mundo en mitad de un desierto.
Atlantis Hotel.
Sobre una de las mayores islas artificiales del mundo se alza el hotel Atlantis, uno de los hoteles más caros de la tierra. Su aspecto es imponente y y su interior esta ricamente decorado.
Hall del Hotel Atlantis.
Acuario Marino del hotel Atlantis.
Parece que en mitad del desierto los acuarios están de moda.
Pista de Tenis.
Incluso una pista de tenis al aire libre en el cielo de Dubái. Esto si que es un “open” tenis.
Dubai y las Islas Artificiales.
Como parte de su demostración de poderío, Dubai ha construido varios complejos de islas artificiales en las que albergar grandes mansiones para millonarios de todo el mundo. Estas islas son visibles desde el espacio y son fácilmente reconocibles por sus formas.
Las Palm Islands, en forma de una palmera gigante y cubiertas en viviendas de lujo. Fue la primera fase del proyecto.
La segunda fue la construcción de las Islas del Mundo, hecha para parecerse a un mapa mundi.
Dubai y sus excentricidades.
Aunque en Dubái no nieva nunca podrás hacer sky en una de las mayores pistas artificiales del mundo.
Hacer surf con las mejores olas en sus lujosas piscinas de olas.
Participar en carreras por el desierto contra otros ricachones.
O apostar en en las carreras de camellos montados por androides. Los jockeys son robots teledirigidos.
Esta excentricidad roza el ridículo.
Podrás disfrutar de un delicioso chocolate caliente en este increíble bar de hielo en mitad del desierto de Dubai con temperaturas cercanas a los 50º.
Dubái y los coches de lujo.
Así luce un embotellamiento en Dubái, una exposición de coches de lujo, Ferraris, Lamborginis, Porches innundan las carreteras.
Hay tantos coches de lujo que algunos quedan abandonados por sus dueños y envejecen en aparcamientos.
Los vehículos públicos
Hasta la policía de la ciudad y los bomberos trabajan con deportivos de lujos para atender las emergencias.
Hay que perseguir el crimen con estilo.
La flota se compone de Mercedes, BMW, Ferraris y otros vehiculos de gran cilindrada. El policía local de mi pueblo se muere de envidia.
Los bomberos también atienden las emergencias en un tiempo record con sus Hammer y ferraris, lo que me pregunto es ¿donde llevan la manguera?
El lujo por el lujo.
Cuando todo el mundo tiene un cochazo es más difícil destacar y comienzan las excentricidades como este “precioso” coche bañado en oro.
O este mercedes con carrocería de cristales swarovski con el que no pasaras desapercibido.
Sin embargo si eres un hombre tan asquerosamente rico que ni siquiera te molestas en conducir te encantara salir en tu flamante limusina nueva.
Necesitaras comprarte un parking para poder estacionar pero no importa, puedes comprártelo.
Como podeis comprobar son la mar de discretos y humildes.
Y no son para nada excéntricos ¿quien no sale un sábado por la noche con su batmovil?
¿Quieres dar una vuelta en mi increíblemente hortera moto/corcel blanco?
Evita los atascos y haz una entrada triunfal en las fiestas de la ciudad con este discreto traje cohete.
El Oro.
El oro es una de los metales más caros del mundo y como tal gusta en Dubái y mucho.
Si estas corto de oro puedes comprarlo de forma inmediata en estas maquinas expendedoras de lingotes de oro.
O en las fastuosas joyerías de la ciudad. Hay que entrar con gafas de sol sino quieres quedarte ciego con tanto brillo.
Podrás comprar estos “modernos” teléfonos móviles de oro para fardar con tus amigos.
Las malas noticias suenan mejor si tu teléfono es de oro y diamantes.
Invita a tus amigos a jugar a casa a tu modesto futbolín.
Las mascotas.
Si tu casa es una mansión, tu coche un ferrari y tu teléfono es de oro ¿vas a comprarte un gato como mascota?
Obviamente no, para que comprarte un perro si puedes tener un guepardo, un león o una pantera.
Podrás jugar con tu mascota amigablemente sobre tu ferrari.
Domesticarlos para que cuiden tu coche de posibles ladrones.
Y llevártelo de compras en tu coche al supermercado.
Es imprescindible tener una mascota como esta si quieres sentirte poderoso. Ser cartero en Dubai debe ser un trabajo de alto riesgo.
Pagar la cuenta.
Vivir a todo trapo y ser más excéntrico que París Hillton no es gratis. Después de comer suculentos platos con oro comestible en el bar más IN de Dubai tendrás que pagar la cuenta.
Y es que la buena vida es cara, la hay más barata pero ya no es vida.
Fuente: Distractify.