6 productos excesivamente caros que no necesitamos para vivir

A menos que seas de ese 1%, es muy probable que sufras al abrir la cuenta de la calefacción o cuando compras productos básicos, como la leche. Pero por mucho que puedas lamentarte por el aumento de los precios de los alimentos básicos, de todos los días, hay muchos productos comunes de los cuales uno puede prescindir y así, ahorrar una buena cantidad de dinero. Lo mejor de todo: no los extrañarás cuando no estén.

He aquí una breve lista de los artículos sobrevaluados, que son bastante inútiles o incluso riesgosos sin los cuales estamos mejor.

Palomitas de maíz en el cine

El margen de ganancia para las palomitas en el cine es más de ocho veces el precio de las palomitas de maíz en un supermercado. Pero mientras los aficionados al cine saben que es exageradamente caro, están dispuestos a hacer largas filas con el fin de pagar por este precio “Premium”.

Así que la próxima vez que estés tentado a caer por accidente en estos 7 dólares por una bolsa de tamaño mediano, piensa en esto: esas pequeñas pepitas mantecosas pueden causar estragos en tu cuerpo. Unas palomitas medianas contienen cerca de 60 gramos de grasa saturada, 500 miligramos de sodio, y entre 800 -1.200 calorías por bolsa dependiendo del cine al que uno vaya. Eso es el equivalente a comer 30 tiras de tocino con ocho porciones de mantequilla. Y no pienses ni por un momento que puede mitigar ese daño tomando una Coca-Cola light.

Libros de texto para universitarios

Junto con el aumento de la matrícula y las cuotas mensuales, el precio de los libros universitarios se ha ido por las nubes, aumentando en un 82 % en los últimos diez años. Actualmente se estima que constituyen el 26 % del costo típico de un estudiante en una universidad estatal. Los estudiantes universitarios ya pueden esperar pagar alrededor de 1.100 dólares al año para libros y material didáctico (según datos de Estados Unidos).

Algunos educadores, grupos de estudiantes y organizaciones de activistas, se han unido para crear alternativas de bajo costo e incluso gratuitas que se pueden publicar en papel, en los ordenadores y en dispositivos móviles, tales como smartphones o tablets. Estos textos son escritos por profesores, revisados por sus pares y cumplen con los requisitos del curso –tal como los textos tradicionales- pero son publicados bajo una licencia abierta, lo que significa que sus versiones online y su distribución no tienen costo alguno. Las versiones impresas son asequibles, ya que cuestan menos de 20 dólares en promedio, lo cual puede ahorrarle al estudiante alrededor de $ 100 por curso. Libros de texto de este tipo están siendo utilizados por más de 50.000 estudiantes de 360 colegios y universidades, pero eso es todavía menos de la décima parte de las instituciones de educación superior en los Estados Unidos.

Impresoras de inyección de tinta

Las impresoras de inyección de tinta son baratas y usted puede comprar una por menos de $80 en cualquier tienda, pero tienen un costo oculto: la tinta. Un cartucho de estas impresoras puede costar entre $ 28 y $ 50 en sus versiones de colores y entre $ 10 y $ 20 en negro; un litro puede costar hasta $ 5.000. Por otra parte, usted puede esperar que esos cartuchos de color puedan imprimir un poco más de 200 fotos o páginas en color – sería más barato imprimir las fotos familiares con una costosa champaña en vez de usar tinta.

Por algo existen los documentos PDF, oficinas sin papeles, Tablets, y firmas electrónicas, con ellas las impresoras pasaron a un segundo plano. Impresiones de fotografías digitales pueden ser producidas a bajo costo en imprentas locales, e incluso con una calidad mayor. Si usted realmente necesita imprimir documentos, el tóner que se utiliza en las impresoras láser es mucho más barato, en el largo plazo, que los cartuchos de inyección de tinta. No obstante, usted deberá asumir anticipadamente el costo de una impresora láser, la cual suele costar hasta tres veces más.

Mensajes de texto (SMS)

Las tarifas de los mensajes de texto, que varían entre 15 y 25 centavos el mensaje (cuando uno las compra a medida que los consume), son aún más escandalosas cuando nos damos cuenta que estas son las que mantienen las redes existentes. Su costo para los proveedores de telefonía es casi nulo; se necesitarían más de 500 mensajes para utilizar la misma cantidad de data que utiliza una llamada de un minuto de duración, sin embargo, un mensaje de texto cuesta al consumidor más que esa llamada. Pero ahora que los consumidores están comprando los mensajes de texto en bloques de 500 por alrededor de $ 10, o en conjunto en planes muy caros de voz ilimitadas, este elevado costo aparece oculto. La mensajería incluso podría terminar costando más a los usuarios si ellos no se acercan a consumir su límite de mensajes mensuales.

Los usuarios, hartos de esto, están empezando a reemplazar la mensajería SMS, y optan por servicios de mensajería gratuitos, tales como Google Hangouts, Facebook Messenger y Whatsapp. Estos servicios, que requieren de un plan digital, también permiten el libre intercambio de fotos, vídeo y audio. Pero mientras que sólo se puede comunicar con otras personas que utilizan el mismo servicio de forma gratuita, a algunos usuarios de estos teléfonos les gusta usar las tres aplicaciones para así cubrir todas las bases.

Multivitamínicos

Se estima que el 50 % de los estadounidenses toman un suplemento de vitaminas y minerales todos los días a un costo de hasta $ 2 por cada píldora. Pero las últimas investigaciones sobre multivitamínicos indican que no son mejores que un placebo, sin ofrecer beneficios de salud a personas que generalmente están bien nutridas. Tres estudios recientes encontraron que el uso de multivitamínicos no previene enfermedades del corazón o de la pérdida de memoria, y no tiene efectos positivos sobre la longevidad. De hecho, muchos expertos en salud afirman que las altas dosis de algunas vitaminas pueden ser incluso perjudiciales. Los investigadores dicen que una buena dieta y el ejercicio son un mejor uso para el dinero gastado en los suplementos multivitamínicos.

Garantías extendidas

Planes de protección o garantías extendidas para aparatos electrónicos y electrodomésticos son notoriamente malos negocios. Son nada más que una apuesta que uno está haciendo con un fabricante o con un comerciante de terceros, y las probabilidades de salir favorecido no se pesan en su favor. Los minoristas impulsan planes de servicio, ya que obtienen una gran comisión por la venta de ellos, hasta el 50% o más. Pero a menudo, las reparaciones y mantenimiento proporcionadas por una garantía extendida están ya cubiertos por la garantía estándar del producto. Los defensores del consumidor, también apuntan a los datos que indican que la mayoría de los productos típicamente no se rompan durante el período cubierto por la garantía extendida. Y las pocas veces que los productos hacen que necesite reparaciones bajo una garantía extendida, los costos del servicio son casi las mismas, en promedio, que el precio de la garantía extendida.

Es posible que tenga un plan de protección de un producto similar ofrecido a través de la tarjeta de crédito con la que adquirió el producto. Consulte con los emisores de sus tarjetas de crédito para ver qué tipo de protección, sobre los productos, ofrecen; y de esta manera, compre los productos con la tarjeta que le reporte una mayor cobertura.

Original (Ingles) – Vía AcciónPreferente.com