Si eres de los que ve orden su desorden puede ser muy difícil cambiar ciertos hábitos… sobre todo si no sabes por dónde empezar.
Esta lista puede ser ese comienzo. Aquí van 37 cosas que probablemente tu también tienes en tu casa y de las que debería resultarte fácil desahacerte (reciclar, tirar, donar…) sin pensarlo dos veces:
-Ese recipiente de helado prácticamente vacío que duerme en tu congelador
-Ese paquete con botones de repuesto que venía con un abrigo que ya ni siquiera tienes
-Esa camiseta manchada que conservas desde tus años mozos
-La toalla raída que has estado usando como alfombra de baño
-Postales de tus vacaciones
-El tesoro de bolsas de plástico que guardas, por ejemplo, bajo el fregadero
-Cosas envueltas en papel aluminio no identificados en la nevera o en el congelador
-Calendarios de 2013
-Tazas promocionales o vasos que veían de regalo con algo de comer
-Tickets de un montón de cosas caducadas, de transporte, de entradas de películas y conciertos…
-Cualquier de esos otros tickets o recibos que acumulas en tus bolsillos o tu cartera (y que sabes que ya no tiene sentido guardar)
-Toda esa pila de revistas que no has tocado en meses
-Cupones de descuento y ofertas ya caducadas
-Cualquier sobre que sólo guardas porque necesitas tener esta dirección (no tardas nada en añadirlo a tu lista de contactos en tu móvil o correo electrónico)
-Todas las listas garabateadas, notas y post-it que supuestamente te quieren recordar cosas pero que no tienes idea de qué puede ser
-Viejas invitaciones que no involucren a miembros de tu familia y amigos cercanos
-Cualquier cosa que aceptaste llevarte de la casa de tus padres sólo porque te sentías culpable de tirarlo
-Cosas para llevar a cabo tus hobbies que ya no son tus hobbies porque ya te cansaste de esas actividades (dáselos a alguien)
-Diarios, libretas y otros dispositivos para anotar cosas que sólo usaste un par de veces y después guardaste en un cajón
-Viejos libros de texto
-Libros de bolsillo que no cambiaron tu vida
-Cintas VHS, cassettes y DVDs que ni cambiaron tu vida ni te entretuvieron
-Recetas impresas que probaste, no te gustaron y aún así guardaste
-Medicinas caducadas
-Material de oficina que nunca usas (como esos bolígrafos que ya no escriben)
-Esa maraña de accesorios baratos y nada útiles que acumulas en cajones
-Cualquier envase de plástico que no tenga una tapa
-Latas de café o de lo que sea vacías
-Pilas viejas (¡a reciclar!)
-Manuales de instrucciones de aparatos que sabes cómo usar
-Esas botellas prácticamente vacías que apenas dan para un mísero chupito
-Té que tiene más de unos cuantos meses (no necesitas beber polvo empapado)
-Detalles que te regalo en bodas (la gente debería parar ya de dar estas cosas)
-Esa miscelánea de cables, alambres y enchufes (vuelve a probarlos una vez más y a pensar de qué eran antes de decirles adiós)
-Tarjetas de descuento o de fidelidad de sitios donde nunca más has ido a comprar
-Vacía el escondite secreto donde acumulas todos esos palillos de comida adquiridas en esas ocasiones en las que pediste comida asiática para varios y sólo estabas tú
-Los sobre de ketchup, mostaza, mayonesa o salsa de soja que acumulas en algún recoveco de la nevera
Vía: The HuffingtonPost