El deporte es salud. Sin embargo muchas veces la salud va a contramano del mismísimo deporte. Deportistas de alto rendimiento tienen que afrontar enfermedades en un tramo de su carrera y así como en el mundo deportivo, en unas se pierde y en otras se gana.
Lance Armstrong
Tuvo que lidiar un cáncer de testículos a los 25 años y salió avante. Los médicos le dieron solo un 40% de posibilidades de vida pero él las amplió venciendo además tumores cerebrales. Regresó a las rutas en bicicleta y ganó siete Tour de Francia. Venció a la enfermedad pero luego admitió que se dopó y perdió todo el prestigio que alguna vez supo ganar.
Mario González
El polivalente volante del fútbol colombiano llegó a Millonarios procedente de Once Caldas y de golpe se le diagnosticó leucemia. Desde ahí empezó un partido durísimo ante la enfermedad y para algún día regresar a las canchas. Por lo pronto continúa recuperándose y los médicos son optimistas con que volverá a jugar fútbol profesional.
Robin Soderling
Tiene el privilegio de ser el único que le ganó a Rafael Nadal en Roland Garros (2009). Sin embargo, desde julio de 2011 sufrió una enfermedad que prácticamente lo retiró del tenis. El sueco convive con una mononucleosis que lo mantiene adolorido. Aunque no lo anunció, es factible que jamás regrese al tenis de alta élite.
Dana Vollmer
A tan solo 16 años se le descubrió una arritmia cardiaca que hacía que su corazón palpitase de manera acelerada. Análisis a profundidad encontraron que padecía del síndrome del QT largo, por lo que tiene que someterse a un desfibrilador antes de competir hasta el fin de sus días. Sin embargo, eso no impidió que ganara la medalla de oro en los juegos olímpicos de Atenas en natación 100 metros estilo mariposa. Si alguien creyó que fue casualidad, repitió la hazaña en Londres 2012 e impuso la mejor marca de la historia.
Lionel Messi
¿Se ha preguntado alguna vez por qué vomita con tanta frecuencia Lionel Messi? La razón podría ser una especie de autismo, según señalan los expertos. Messi sufriría del síndrome de Asperger, todo esto a causa de las inyecciones hormonales a las que fue sometido cuando era niño. Este síndrome no ha impedido que sea considerado el mejor jugador del mundo y uno de los mejores de la historia.
Josu Feijoo
El español no ha vivido una vida nada dulce, pero le ha puesto el pecho a las balas. Muy joven se le descubrió diabetes tipo 1, pero antes de echarse a la pena, decidió llegar a la cima. Escaló las siete cumbres del mundo y visitó ambos polos, haciendo toda una proeza que quedó registrada en los récords mundiales.
Ángel Correa
El talentoso jugador argentino ayudó a San Lorenzo de Almagro a llegar a la final de la Copa Libertadores y eso le valió un traspaso millonario a Atlético Madrid. En España se le descubrió un problema cardiaco que detuvo la operación financiera y ahora ambos equipos esperan su evolución para decidir si cierran el acuerdo o si al muchacho le tocará decirle adiós al fútbol antes de tiempo.