1.- Los fabricantes aumentan las cantidades de nicotina en cada cigarrillo.
No lo decimos nosotros. Un estudio de la Universidad de Massachusetts reveló que, desde 1997 hasta 2005, la nicotina ha aumentado en un 11% en las marcas más populares de cigarrillos. Este agente químico es el responsable del altísimo grado de adicción que genera el tabaco. La nicotina es una droga que se encuentra naturalmente en el tabaco que es tan adictiva como la heroína o la cocaína. Es verdad, pero la industria tabacalera introduce una mayor cantidad y algunos estudios han demostrado que para dejar el hábito y mantenerse sin fumar los fumadores tienen que lidiar tanto con la dependencia física como la mental.
También contiene más de 19 químicos conocidos y la mayoría de ellos que pueden causar cáncer. Como grupo, se denominan “alquitrán”. En el tabaco, se pueden encontrar más de 4.000 sustancias químicas adicionales.
2.- ¿Utilizar urea para darle sabor a cada cigarrillo?
Los fabricantes de cigarrillos son conscientes de que tienen que producir un sabor atractivo cada vez que un fumador inhala el humo de su cigarrillo. Para ello, por ejemplo, se utilizar urea, un producto natural que se encuentra en la orina de los mamíferos y que se utilizar para la fabricación de cremas y de fertilizantes.
3.- ¡Un peligro para diabéticos!
Muchos enfermos de diabetes no conocen un dato que resulta importantísimo para ellos si es que, además, son fumadores: Los cigarrillos están formados en un 20% por azúcar, algo que no es muy difundido, pero es verdad.
El caso es que el azúcar es el aditivo más común del tabaco en sus diferentes modalidades y representa en torno al 3% del peso total de un cigarrillo. Cuando se enciende un cigarrillo, los azúcares empiezan a arder y producen una sustancia química denominada acetaldehído, que refuerza el efecto adictivo de la nicotina.
4.- ¿Por qué uno de los mejores cigarrillos es el de después de… comer? Inmenso placer.
Esa sensación es la que describen los fumadores más contumaces. A la sensación de haber saciado nuestro apetito, se une la que provoca el responder a la llamada de la nicotina. O sea, algo así como el ‘nirvana’. Además, es verdad que muchos sabores como el café, mezclados con el propio del humo del cigarrillo producen una agradable mezcla en nuestra boca.
Pero lo más curioso es que muchos fumadores dicen que un pitillo le ayuda a hacer la digestión. Puede ser. La actividad principal del cuerpo en ese momento se cambia de la digestión hacia la protección de las células en la sangre y las toxinas que van al cerebro.
5.- No todos sus componentes son de laboratorio.
Solemos pensar que todo los aditivos que lleva un cigarrillo son creados en un laboratorio con el ánimo de atraparnos con este consumo poco recomendable para la salud y el bolsillo. Pero no es cierto. Comenzando por la nicotina que está presente en la naturaleza de manera directa. ¿Dónde? Por ejemplo en productos muy cercanos y habituales como la berenjena.
Así, nueve kilogramos de berenjenas contienen la misma cantidad de nicotina que un cigarrillo, de forma que consumir este alimento es comparable a estar en presencia de un fumador, dependiendo del método que se utilice para cocinarla. Aunque puede parecer poco, es la verdura con mayor concentración de este compuesto.
6.- Es el producto más vendido y comprado en el mundo.
¿Pensabas que eran los refrescos de cola? El cigarrillo es el contenido más negociado en el planeta, con aproximadamente 1 billón de cajetillas vendidas en cada país desarrollado. En un modo global, las ganancias de las empresas tabacaleras ascienden a más de 400 millones de dólares. Sin duda una de las mayores industrias del mundo.
Los fabricantes de EE.UU. aseguran que sus cigarrillos se venden más fuera de su país que en el mercado interno y son las marcas Marlboro, Kool, Camel y Kent las que poseen alrededor del 70% del mercado mundial de cigarrillos.
7.- Sobre las sustancias cancerígenas del tabaco.
Ya hemos dicho que cada cigarro contiene alrededor de cuatro mil sustancias químicas. Pues bien, de ellas 200 son venenosas y 40 cancerígenas. Por ejemplo, arsénico, formaldehído, plomo, cianuro de hidrógeno, óxido de nitrógeno, monóxido de carbono, amoníaco y otras 43 sustancias cancerígenas.
Además, por si fuera poco, está comprobado que algunas marcas en la década de 1950 utilizaron amianto como parte del filtro de sus cigarrillos, una sustancia altamente corrosiva.
8.- Foco de problemas con la pareja o con los amigos.
Fumar se puede estar convirtiendo en una especie de estigma. Según la encuesta “Understanding Extreme Smoking Behaviours”, el 25% de los fumadores ha roto con su pareja por culpa del tabaco. Esto se debe principalmente porque responde a una “enfermedad adictiva” en la que “uno no es libre a la hora de tomar decisiones”.
Además, el 14% reconoce haber mentido a familiares y amigos en lo referente a su adicción al tabaco y el 12% asegura haber evitado encontrarse con sus seres queridos en un momento determinado porque sabía que no iba a poder fumar.
Vía Que.es