Hay una pausa incómoda cada vez que uno presenta al otro. No hay nada que haga más evidente el “es complicado” como hacer pausas. Tiene su cepillo de dientes en tu casa, ropa interior y una que otra prenda.
Es prácticamente tu roommate, pero seguro ambos dicen que “es algo casual”.
Pasan todo el tiempo juntos, así que creo que sí le pueden dedicar 15 minutos a una plática para descifrar qué está pasando entre ustedes dos.
1. DECIDE QUÉ QUIERES Y QUÉ NO.
Si definir la relación solo dependiera de ti (que no es el caso), ¿cuál sería tu escenario ideal? Aun si no estás buscando una etiqueta, debes saber qué quieres y en qué no estás dispuesta(o) a ceder. Si alguno de esos escenarios es algo que no tolerarás (piensa: uno de ustedes quiere estar en una relación abierta, mientras que el otro quiere algo serio), puede que sea el momento indicado para alejarse.
2. MANTÉNGANSE SOBRIOS Y CON LA ROPA PUESTA.
Puede parecer que una botella ayude a enfrentarse a esta situación, pero el alcohol solo intensificará las emociones y, créenos, empeorará las cosas. Lo mismo pasa si intentan hablar después del sexo; ese espacio está reservado para platicar acerca de dónde desayunarán mañana, y no para preguntarle si quiere ir contigo a la boda de tu hermana en diciembre.
3. VE DIRECTAMENTE A LA FUENTE.
Hay únicamente dos personas que pueden definir qué van a hacer: ustedes dos. Así que no involucres a otras personas, no publiques nada en ninguna red social, no le preguntes a sus amigos ni consultes tu horóscopo; simplemente pregúntale a tu pareja. Puede ser tentadora la idea de investigar un poco, pero, a fin de cuentas, lo único que te dará respuestas reales es una plática con él frente a frente.
4. SÉ DIRECTA(O).
Las insinuaciones sutiles nunca funcionan. “Ah, mira, esta invitación dice que puedo llevar a mi NOVIO(A). ¿Qué opinas?” Cuando empiecen la conversación, ambos deben estar conscientes de qué van a hablar o los puntos a tratar.
5. NO SEAS TAN SERIA(O).
No creas que tienes que empezar con la temerosa y espeluznante frase: “Tenemos que hablar”. Puede que una mejor opción sea iniciar con un chiste, como: “¿Qué es lindo y fabuloso, pero increíblemente confuso?”. Respuesta: “¡Nuestra relación!”.
6. DI LO QUE TENGAS QUE DECIR.
¡Es momento de ser articulada(o)! Si tú iniciaste la conversación, empieza por explicar cómo te sientes; de esta manera, no te confundirás cuando tu pareja esté exponiendo su punto. Sabemos que es tentador saber primero lo que la otra persona piensa, pero puede que termines con un resultado con el que no estarás satisfecho(a).
7. PREPÁRATE PARA ESCUCHAR.
Tu pareja se sentirá más cómodo para darte una respuesta honesta. Y recuerda: solo porque quieras definir la relación no significa que todo tenga que ser blanco o negro. Simplemente asegúrate si van a continuar, ambos están en la misma página.
Vía: Cosmo