La música es algo que gusta a todo el mundo. A unas personas les gusta un tipo de música concreto, un cantante o grupo en concreto, mientras que a otras, les gusta otro género musical o varios tipos y géneros musicales.
Más allá de una cuestión de gustos o calidad musical, ¿sabemos cómo la música, sea del tipo que sea, afecta a nuestra forma de actuar en relación con el mundo que nos rodea? o ¿cómo se transforma nuestro cuerpo cuando estamos escuchando música? Sin duda es fascinante ver los cambios que la música puede producir sobre nuestra actitud ante la vida.
Al fin y al cabo el oído es un sentido más de nuestro organismo y si al probar un limón, su acidez, nos produce un efecto en nuestro cerebro y como reacción (por norma general), una mueca en nuestras caras, la música también produce cambios y reacciones en nuestro organismo. Vamos a ver unos cuantos ejemplos de ello.
Cuando una canción no para de repetirse en tu cabeza, se llama gusano musical.
Tu corazón modifica sus latidos para imitar a la música que escuchas.
No nos gusta la versión original de una canción porque sea mejor, sino, porque es la primera versión que escuchamos.
La formación musical puede mejorar de forma importante el razonamiento y las habilidades motoras.
Cantar o tocar instrumentos musicales puede ayudar en la depresión.
El tipo de música que escuchamos afecta a la forma en que percibimos el mundo.
La música alta puede provocar que las personas beban más en menos tiempo.
Algunos tipos de música nos ayudan a mejorar el rendimiento potenciando el alcance de metas. Nos centra en las recompensas, aumenta la persistencia, y nos hace sentir que tenemos el control.
Es conocido que las flores crecen más rápido si la música suena a su alrededor.
El ruido ambiental mejora la creatividad.
Escuchar música mientras se realiza ejercicio físico mejora sensiblemente el rendimiento físico.
La música nos puede distraer de forma importante durante la conducción.
Nuestra canción favorita, probablemente es nuestra favorita porque la asociamos a un evento emocional en nuestras vidas.
La música que te gusta a los 20 años de edad, tiene una probabilidad muy alta de ser la música que te gustará durante el resto de tu vida.
La música que escuchamos nos define más como personas de lo que creíamos. Los efectos de la música sobre el mundo son muchos e importantes, tales como alterar los estados de ánimo de aquellos que la escuchan.
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