Es muy cierta una frase que dice “ningún ser humano nace racista”, y fácilmente la pudiéramos aplicar a todos los prejuicios de la vida: discriminación social, religiosa, y hasta de orientación sexual. Y es que los niños son tan inocentes y comprensivos que no son capaces de menospreciar a alguien por algo que esté “fuera de norma”.
Aquí te dejamos un ejemplo:
Vía: YouTube/PT