Al ir al médico cuando estamos enfermos, el diagnostico suele ser rápido y el tratamiento se nos entrega de inmediato, pero no todo es tan fácil, y en algunos pacientes la enfermedad es toda una incógnita. Hoy queremos contarles sobre algunos de los casos médicos más raros de los últimos tiempos, tan extraños que parecen sacados de Doctor House.
#5 Dolor de cabeza por mirar pornografía
Existe el mito de que quienes se masturban, verán como pelos y verrugas cubren sus manos, pero nunca escuché sobre dolores de cabeza u otras falencias, tal como le ocurrió a un hombre en la India en 2012. Este señor presentaba dolores de cabeza exactamente cinco minutos después de ver un vídeo pornográfico, y el dolor se hacía más fuerte entre los minutos ocho y diez. Tras exámenes y una larga investigación, se llegó a un diagnóstico. Un caso muy raro de dolores de cabeza primarios causados por sexo y que suelen presentarse tras el orgasmo. En el caso de este señor, no había orgasmo ni sexo, solo ver pornografía, sin siquiera masturbarse, por lo que, si bien hay diagnostico, se trató de una presentación muy inusual que aún no tiene explicación.
#4 Una estrella en el ojo
Cuando nos damos un golpe en la cabeza, terminamos viendo estrellas, como si se tratase de dibujos animados, pero el tener una verdadera estrella en el ojo es toda una rareza. Eso es lo que le ocurrió a un austriaco de 55 años, quien desarrolló esta curiosa forma de catarata, aunque dudamos que haya estado muy orgulloso de una estrella que le impidiera ver bien por su ojo izquierdo. Los médicos consideraron su problema como “la catarata más hermosa del mundo”.
#3 Palpitaciones por adicción a las gaseosas
Tomar uno, dos o hasta tres vasos de bebidas gaseosas no es muy peligroso, pero beber solo gaseosas durante más de 15 años sin siquiera tocar el agua, es propio de una persona adicta, con consecuencias graves. Una mujer de 31 años, residente de Monaco, llegó al hospital con palpitaciones, desmayos y niveles bajos de potasio, pero los médicos no lograban saber cuál era la causa, eso hasta que la paciente reveló su muy particular habito.
Desde los 15 años, esta adicta a la Coca Cola bebió cerca de 2 litros de esta bebida al día sin consumir ningún otro líquido. Ese verdadero exceso hizo que la gaseosa drenara el agua presente en los intestinos, provocando un desbalance mineral en el cuerpo y deshidratación. A la rareza del caso se añade que el consumo excesivo de gaseosas ya debía haberle provocado otras señales claras, como daños en el esmalte dental y caries, las que no presentó. La cura fue sencilla: a la semana de dejar de beber Coca Cola todo el día, esta mujer se sanó completamente, pero no por ello deja de ser una rareza y dolor de cabeza para los profesionales de la salud.
#2 Daño hepático por mondadientes
Hay que tener cuidado cuando se comen grasas, sodio, azúcar y… ¿mondadientes? Una mujer de 45 años llegó al hospital con vómitos y baja presión sanguínea. Tras realizar varios exámenes, se determinó que tenía un absceso que liberaba pus en su hígado, pero no se sabía que lo causaba. Al operarla, los cirujanos se encontraron con una sorpresa: un mondadientes de 2, 5 cm de largo incrustado en el hígado.
Al parecer, la paciente tragó un mondadientes por error y éste, en lo que es bastante extraño, logró viajar sin ningún problema por los conductos gástricos hasta llegar al hígado, donde encontró un hogar. Si bien es muy curioso, no se trata del único caso. Los registros indican que se han detectado 17 casos de infección hepática causada por mondadientes.
#1 Generosidad por daño cerebral
Es importante ser generoso y muchas personas piensan en ayudar a las otras de forma consciente. Un brasileño de 49 años se volvió muy generoso por una extraña causa. Tras sufrir un infarto cerebral, este hombre comenzó a regalar su dinero y ayudar a toda persona que encontrara en la calle.
Puede parecer admirable, pero en realidad se trataba de un extraño efecto del daño cerebral. Durante su infarto disminuyó el flujo sanguíneo hacia las tareas frontales del cerebro, lo que habría producido un cambio de personalidad que no solo lo llevó a regalar sus cosas, sino que endeudarse en extremo.