Conoce los 10 Trucos que los restaurantes usan para hacerte GASTAR más

La comida es uno de los negocios mas lucrativos del mundo y como es lógico los restaurantes hacen todo lo posible para sacar el máximo beneficio. Por eso, detrás de un menú, todo está pensado y meditado con el objetivo de que gastes más. Por eso no te culpes de que tu cartera vuelva a casa vacía, porque no es solo tu error. Estos son los trucos más básicos que usan los restaurantes para incitarte a gastar.

No usar signos de precios

Sin duda es uno de los trucos más usados y más importantes a la hora de crear la carta. Hay que evitar que salgan el símbolo del dinero porque eso les recuerda a los clientes que efectivamente, después de comer, hay que gastar dinero.

De acuerdo con una investigación de Cornell University School of Hotel Administration, cuando un cliente recibe la carta sin signos, gastan significativamente más de los que han recibido la misma carta con los símbolos de dinero. Además, si en lugar de usar números al lado de la comida aparece escrito con letra (diez dólares en vez de 10 dólares), el gasto medio por cliente también es menor, porque también se asocia más con el hecho de pagar.

Astucia a la hora de poner los precios

Otro aspecto que tienen muy en cuenta los diseñadores de los restaurantes a la hora de elaborar la carta es, por ejemplo, que los precios que terminan en 9, como podría ser 9.99€, tienden a significar valor pero resta calidad.

Por eso, aseguran que es mejor poner precios que terminen en 95, como 9.95 en lugar de acabar en 9, ya que se sienten más “amigables” con los consumidores. Sin embargo, lo cierto es que la mayor parte de establecimientos muestran sus cartas con precios limpios, es decir, sin ningún céntimo, porque esto hace que sea más simple y más directo.

Ánimo para gastar

Algunos pensarán que esto es una tontería, que no presta atención a este tipo de detalles, pero sin duda tiene un gran impacto.

De acuerdo con una investigación psicológica de la Universidad de Leicester, el hecho de poner música clásica en los restaurantes hace que los consumidores gasten más dinero en sus consumiciones. La razón es muy sencilla: esto les hace sentirse más ricos y por ello están dispuestos a gastar más.

Sin embargo, según qué música, esto puede provocar una contraindicación. Por ejemplo, la pop o más comercial hace que la gente se sienta menos sofisticada y como resultado, que gasten hasta un 10% menos en su comida.

Limitar la elección

Es otro aspecto clave a tener en cuenta cuando observamos la carta en un restaurante. Si ésta dispone de muestras de prueba, tapas y menús arreglados, los restaurantes se quitan la responsabilidad que tiene el cliente para escoger qué comer.

Para los restaurantes es muy efectivo limitar la elección. Por ello, el número más óptimo de artículos que debe haber en la carta de un establecimiento de comida rápida es de seis, mientas que si se trata de un sitio de comida más elegante, el número es mayor, de entre siete y diez artículos.

Lenguaje descriptivo

Una investigación de Cornell University revela que los artículos que son descritos de una forma más específica resultan más atractivos y populares para los clientes. Además, según otro estudio de la Universidad de Illinois, estos títulos en el menú incrementaron en un 27% las ventas en comparación con los artículos no tan descriptivos.

Un ejemplo de ello es el que puso el ingeniero de menú Greg Rapp con un artículo de su menú. “Maryland Style Crab Cakes” es el nombre del producto, pero la descripción va más allá: “hechas a mano, con dulce carne de cangrejo, un toque de mayonesa, nuestra mezcla secreta de sazones, y migas de galletas saladas para una rica, y blanda torta de cangrejo”. Esto hace que se cree en el lector una necesidad de probarlo y que después de comerlo estén más satisfechos.

Conexión con la familia

Cuando uno sale a comer fuera de casa, nada mejor que poder comer como en casa. Se ha descubierto que los clientes son especialmente sensibles con los nombres familiares, como por ejemplo padres y abuelos, a la hora de pedir algo de la carta.

Un ejemplo de ello es que las personas tienden más a pedir las galletas caseras de la abuela Josefina o la famosa ensalada de la tía Margarita, antes que unas natillas normales y corrientes. Esto además de agregar un poco de nostalgia a la comida, hace que pensemos que lo casero siempre es mejor y nos decidamos por esa elección.

Usar artículos costosos para atraerte a los más baratos

Todos los restaurantes tienen esta estrategia clara. Usan las comidas extremadamente caras como una trampa, porque probablemente no vas a comprarlo, pero en su defecto encontrarás otros productos más baratos y te parecerán razonable, aunque igualmente sea más caro de lo que debería ser o de lo que en un primer momento estabas dispuesto a pagar.

Según William Poundstone, autor de un libro sobre este tipo de estrategias que siguen los restaurantes, asegura que “el rol principal de un plato que cuesta 115€ es hacer que todo lo que esté cerca de él se vea como una ganga”.

Ofrecer dos tamaños de porción

En esta ocasión, los ingenieros de menú usan la estrategia llamada bracketing, una técnica usada en la fotografía que consiste en la toma de varias imágenes del mismo tema, variando entre cada una de ellas uno o varios parámetros (en este caso el tema común es la comida y se varía el tamaño y precio).

Por lo general, los clientes no saben cuánto más pequeña es la porción pequeña, y por eso asumen que es el mejor precio por el hecho de que cuesta menos. Sin embargo, lo que los clientes no se paran a pensar es que el restaurante quería vender la porción más pequeña con el precio más barato y para ello usan la porción grande con un precio más alto como una mera comparación.

Analizan el patrón de lectura

Los restaurantes también tienen muy en cuenta el modo en el que miramos la carta para saber qué es lo que más se mira y que es lo que menos. De acuerdo con una investigación coreana, un tercio de las personas tienden a pedir el primer artículo que les llama la atención. Según este criterio, los restaurantes colocan los elementos más rentables en la esquina superior derecha, porque es donde van en primer lugar los ojos de las personas.

Esta estrategia se basa en el llamado efecto primario. Esto significa que la gente recuerda mejor los primeros artículos de la lista de modo más sencillo. Por eso, los restaurantes ponen más enfoque en sus platos principales, porque según un estudio, la mayor parte de los consumidores ojean el menú como un libro centrando así su atención en las entradas.

Subrayar algo para hacerlo más visible

Si algunas palabras están en negrita, subrayada, de algún color especial o con una fuente más elegante, y además están acompañadas de fotografías, parecen mucho más especiales que el resto de platos del menú y por lo tanto serán más atractivos a la hora de elegir.

Sin embargo, esta es una estrategia de la que rehúyen los restaurantes más lujosos porque los puede hacer parecer más barato y de esta manera pierde prestigio.

Vía Que.es