El mundo está lleno de enfermedades temibles y escalofriantes. Sin ánimo de generar sobresaltos, y sabiendo que estas son altamente improbables y extrañas, aquí te dejamos 7 enfermedades que no vas a creer que existen realmente:
#1 Síndrome de la mano alienígena
Las personas que padecen esta enfermedad poseen una mano que actúa involuntariamente y por su cuenta, tomando objetos o moviéndose de manera contraria a lo que e le individuo desea. Es un extraño trastorno neurológico, y la víctima puede permanecer completamente ignorante de lo que su mano está haciendo. Los casos más extremos pueden incluir involuntarios golpes a sí mismo o intentos de introducir comida en su propia boca.
#2 Porfiria
Se estima que la porfiria es en parte uno de los orígenes del mito de los vampiros. Se trata de una enfermedad metabólica ocasionada por deficiencia en las enzimas de los glóbulos rojos.
Los que padecen porfiria sufren una retracción de sus encías, con lo que sus dientes parecen más grandes, especialmente los colmillos, además de que adquieren un color marrón oscuro. Por otra parte, sufren una sensibilidad extrema a la luz solar y su tratamiento suele consistir en transfusiones de sangre.
#3 Ceguera de río
Esta enfermedad debe su nombre común a que es transmitida por varias especies de moscas negras que habitan cerca de los ríos, principalmente en África, que infecta a las víctimas con un gusano nematodo llamado Onchocerca volvulus, lo que ocasiona severas lesiones en la piel y los ojos, generalmente causando ceguera.
Pero la ceguera no es lo único grave que puede sufrir el infestado, ya que el parásito puede reproducirse y propagarse por debajo de la piel. Cuando los gusanos mueren, dejan una sensación de intensa picazón en todas partes del cuerpo, que ni siquera puede ser calmada rascándose, ya que se encuentra debajo de la piel. La enfermedad en sí misma no es letal, pero esta intensa picazón aparentemente ha conducido a muchos al suicidio.
#4 El síndrome del vampiro
Las probabilidades de que alguien padezca esta enfermedad es de una en un millón, aunque se ha observado mucho más frecuentemente en Japón. La xerodermia pigmentosa se conoce más comúnmente como el síndrome del vampiro, ya que la persona que la padece es extremadamente sensible a los rayos ultravioleta y debe evitar completamente la exposición al sol.
En caso de exponerse a los rayos solares, en pocos minutos experimentarán graves quemaduras y heridas en la piel. Son además extremadamente propensos a contraer cáncer de piel.
(La imagen de los jóvenes usada en la referencia de esta enfermedad trata sobre el caso documentado de los Hermanos Simon y George Cullen, quienes viven en inglaterra y quienes sufren de una enfermedad genética llamada Displasia Hipohidrótica Ectodérmica que los hace ver como vampiros. Ver nota de este caso en ingles)
#5 Alergia al agua
A pesar del alto contenido de agua del cuerpo humano, hay personas que son alérgicas al agua. Si bien no es realmente una alergia, ya que no provoca una reacción histamínica (se conoce como urticaria acuagénica), es una reacción dolorosa resultante del contacto de la piel con el agua, a cualquier temperatura.
#6 Síndrome del hombre de piedra
Su nombre técnico es fibrodisplasia osificante progresiva y es una enfermedad hereditaria que provoca una osificación progresiva de algunos tejidos del organisma. Básicamente, los músculos, tendones y ligamentos se van convirtiendo progresivamente en hueso.
Usualmente comienza por la zona del cuello y los hombros y va descendiendo hasta las extremidades. Una vez que la boca es afectada, se vuelve muy difícil hablar y comer, mientras que los huesos formados alrededor de los pulmones dificultan la respiración. No hay tratamiento médico ni quirúrgico eficaz contra esta enfermedad. De hecho, la cirugía la empeora, ya que un traumatismo hace que el cuerpo genere más huesos.
#7 Enfermedad de la lombriz de Guinea
La lombriz de Guinea es un parásito intestinal que se propaga a través de aguas contaminadas. Cuando las personas toman el agua que contiene estos parásitos, estos segregan larvas en el estómago, que se introducen en las paredes intestinales y se establecen en los tejidos convirtiéndose en lombrices de gran tamaño.
Las lombrices pueden llegar a crecer hasta un metro de largo y ser tan gruesas como un espagueti. A través de los tejidos, la lombriz se traslada hacia la superficie de la piel y puede viajar por el cuerpo. Es común, por ejemplo, que migre al pie de la persona.
No hay tratamiento o vacuna para evitarlo, sino que simplemente se debe esperar a que la lombriz comience a emerger a la superficie y retirarla.