5 mitos sobre la LECHE que nos hemos creído todo este tiempo y que deberías conocer

A pesar de parecer pura, inocente y cremosa, la leche posee características subrepticias que a la industria lechera no les interesa que sepamos.

La leche es mucho más que una bebida. Se trata de un fenómeno cultural, que se remonta miles de años atrás. A pesar de que numerosas investigaciones han demostrado que la leche puede resultar perjudicial, tanto para los seres humanos como para las vacas, los mitos sobre la leche siguen resonando con fuerza.

Mito 1. Necesitamos leche de vaca para obtener calcio

Nos guste o no, la leche no es la mejor fuente de calcio. Puede ser difícil de creer, pero el cuerpo humano apenas absorbe el calcio contenido en la leche de vaca.

Afortunadamente, una dieta libre de leche no tiene por qué dejarte privado de una fuente de calcio, ya que la mayoría de los alimentos ricos en calcio provienen de las plantas, especialmente las verduras de hoja verde, tales como la col rizada, las espinacas y el brócoli.

Mito 2. La leche de vaca hará que tus huesos sean más fuertes

Siguiendo en la misma línea de que necesitamos leche de vaca para obtener calcio, también se usa el argumento de que gracias a la leche tendremos unos huesos sanos y fuertes. Desafortunadamente, esto no podría estar más lejos de la verdad. De hecho, este argumento es tan peligroso que aún no podemos creer que a los publicistas se les permita continuar diciéndolo.

Investigaciones recientes han conseguido demostrar que la leche reduce el calcio de nuestros huesos y aumenta los riesgos de fractura, razón por la cual en los países en los que se bebe más leche son los que tienen las tasas más altas de osteoporosis.

Mito 3. La producción de leche no es ninguna crueldad

Otra idea totalmente equivocada. Los terneros son separados de sus madres a las pocas horas de nacer y alimentados con sucedáneos de leche. A menudo, muchos de ellos son engordados a propósito para venderlos, después de haber estado encadenados por el cuello sin poder andar o estirar las piernas.

Las vacas adultas también son forzadas a soportar sufrimientos innecesarios. El estrés causado por las malas condiciones de las granjas industriales les puede llegar a causar cojera, enfermedades y problemas reproductivos, dejándolas inútiles a los 4 ó 5 años de edad -la esperanza de vida de una vaca en la naturaleza es de 25 años-. Cuando ya no resultan útiles se las envía al matadero.

Mito 4. Las vacas necesitan ser ordeñadas

Por alguna razón, mucha gente piensa que las vacas necesitan ser ordeñadas o de lo contrario sus ubres podrían explotar. O con otras palabras, les hacemos un favor a las vacas cuando las ordeñamos. Por supuesto, esto es otra mentira.

Las vacas solo producen la leche que necesitan para alimentar a sus terneros. Si no tienen crías, no producen leche. Así de simple. Para mantener a las vacas lactando, los granjeros las fertilizan mediante inseminación artificial una vez al año.

Mito 5. La leche es buena para los seres humanos

Nadie puede negar el hecho de que la leche de vaca es una excelente fuente de alimentos, pero solo para sus crías. Este alimento es esencial para los terneros en sus primeros meses de vida, pero una vez que han sido destetados nunca volverán a probar la leche. Esto se aplica a todos lo mamíferos de la Tierra, incluida la raza humana, razón por la cual no tiene sentido que los humanos la tomemos.

Para más, la leche de vaca contiene tres veces más proteínas que la leche humana, contribuyendo a que puedan aparecer algunos malestares y enfermedades. Este podría ser perfectamente el incentivo que necesitamos para dejarla.