Es inevitable. En algún momento de nuestras vidas nos toca entrar a un baño público sabiendo que nos podemos encontrar con cualquier “cosa” incómoda y asquerosa.
1. Personas que creen que el lavadero es para bañarse. En este caso la mujer se lava los pies, pero también algunos se mojan la cabeza, las axilas, etc.
2. Si has tenido unos XV años o una Boda, sabes lo incómodo que será ir al baño del salón.
3. Hay personas que entran con alimentos al escusado. Aquí vemos un claro ejemplo de algo totalmente anti higiénico.
4. No aguantar más y tener que esperar a esa persona inconsciente que se tarda por estar platicando o revisando su Facebook mientras hace del baño.
5. Abrir la puerta y encontrarte con un verdadero monstruo en el escusado.
6. Estar sentada haciendo tus necesidades y la persona de a lado descargándose sin pudor alguno, incluso se escucha hasta afuera del sanitario. Lo peor de todo es que después de 30 segundos comenzará a apestar todo el baño. Desagradable, pero cierto.
7. Estar sentada y darte cuenta que no hay papel. Si aún no comienzas a hacer del baño y sales a buscar rollo en algún otro, te darás cuenta que no es problema de tu baño, en ningún otro hay.
8. Sentir pegajoso el suelo y saber a qué se debe.
9. Éste es exclusivo del baño de mujeres: Ver toallas sanitarias abiertas en el bote de basura.
10. Ver dedicatorias de amor, poemas, frases y dibujos en la puerta del baño mientras estás sentada. Está bien que te pongas creativo, ¡pero no es para rayar lo que no es tuyo!
11. No tener un lugar para colgar tu abrigo o bolsa y tener que hacer malabares con ellos, ya que no los quieres poner en el suelo.
12. Esa sensación de que cada vez que haces del baño te contagiarás de papiloma humano o de alguna otra cosa de miedo.
13. Si estas en una fiesta y el baño es compartido entre hombres y mujeres, es terrible que tener que ir y al momento de sentarte darte cuenta que toda la taza está mojada.
14. Es súper molesto e incómodo que hagan los baños con diseños horribles. Casi casi puedes ver cómo se bajan los pantalones y hasta la ropa interior.
15. Que el seguro de la puerta de tu baño no sirva y alguien la abra sin fijarse. ¡Odio que no se fijen o que toquen para ver si está ocupado!
¡La próxima vez me aguanto!
Vía: EM