Las 11 cosas más dolorosas que el cuerpo humano puede experimentar ¡Ouch!

En mayor o menor medida, todos le tememos al dolor y cuando nos acecha lo único que queremos es que se detenga, claro…a menos que seas un sadomasoquista extremo. Y es que el dolor no sólo merma nuestro estado de ánimo, sino que muchas veces hasta es invalidante.

Esta sensación desencadenada por el sistema nervioso, puede ser intermitente o constante, y puede ayudar a diagnosticar un padecimiento mayor. Si no sintiéramos dolor no podríamos saber cuando estamos en peligro (por ejemplo, si algo puede quemarnos) o si nuestro organismo está fallando.

En este contexto, el portal de noticias de salud, Medical Daily, recopiló las cosas que más dolor provocan a un ser humano, basándose en testimonios de pacientes y los conocimientos de salud de los expertos que manejan este sitio.

Sin darle un orden en particular, éstas fueron los tipos de dolor seleccionados. ¿Estás de acuerdo?

1. Cefaleas en racimo

Este tipo de dolor de cabeza afecta al 1% de la población mundial y se caracteriza por ser penetrante, súbito e intenso.

“Es un dolor que afecta un lado de la cabeza y puede involucrar lagrimeo de los ojos y congestión nasal. Los ataques ocurren regularmente durante una semana hasta un año, separados por períodos sin dolor, que duran al menos 1 mes o más”, señalan en el sitio oficial de Institutos de la Salud de Estados Unidos (NIH).

El organismo también señala que se trata de un dolor “urente, agudo y constante”, que puede “sentirse en un lado de la cara desde el cuello hasta la sien, incluso comprometiendo el ojo”. Esta molestia alcanza su peak máximo al cabo de 5 a 10 minutos, “con el dolor más fuerte que dura de 30 minutos a 2 horas”.

El tratamiento principal es medicamentos y cambios de hábitos, como dejar de fumar y de beber alcohol, además de evitar consumir ciertos alimentos.

2. Parto

El dolor en el parto se produce como consecuencia de las contracciones musculares y la presión del cuello del útero. Así lo señala el portal de salud Kids Health, donde comentan que “se puede sentir como un cólico intenso en el abdomen, las ingles y la espalda, y también como una sensación de malestar general. Algunas mujeres también experimentan dolor en los costados o en los muslos”.

“Otras causas del dolor durante el trabajo de parto incluyen la presión que ejerce la cabeza del bebé sobre la vejiga y los intestinos, y el estiramiento del canal de parto y la vagina”, indican.

Sin embargo, este dolor no es el mismo para todas. Si bien se considera uno de los más intensos que alguien puede experimentar, depende de cada mujer y también de cada embarazo. “Para algunas, se parece al dolor menstrual; para otras, es una presión intensa; y, para otras, son oleadas muy fuertes que se asemejan a los cólicos abdominales”, expresa KidsHealth.

El ejercicio para fortalecer los músculos antes del parto, cambiar de posición, el baño, escuchar música y algunos estiramientos pueden ayudar a lidiar con el dolor.

3. Herpes zóster

De acuerdo a la descripción de Red Salud UC, “el hepes zoster es una infección viral producida por el mismo virus que produce la varicela o peste cristal. Cualquier persona que tuvo alguna vez varicela puede desarrollar herpes zoster. El virus permanece latente o inactivo en algunas células de las raíces nerviosas del cuerpo y al reactivarse se produce herpes zoster”.

Se trata de una erupción que produce un dolor quemante en la piel. “Este dolor puede estar presente entre 1 y 3 días antes que aparezcan lesiones en la piel en esa zona. La persona puede también presentar fiebre o dolor de cabeza. Las lesiones cutáneas consisten en un grupo de pequeñas ampollitas que se parecen mucho a una varicela localizada. Estas vesículas duran entre dos y tres semanas. El contenido de estas ampollitas es claro al principio, pero después puede ser más amarillento (pus) o sanguinolento, luego son remplazadas por costras y desaparecen”, explican en Red Salud UC.

También indican que el dolor puede ser más prolongado, aunque es “poco frecuente que una persona presente dolor sin lesiones en la piel, o lesiones en la piel sin dolor. El dolor es frecuentemente intenso”.

Estas erupciones son comunes en tronco y glúteos, aunque también pueden salir en la cara, brazos o piernas.

El tratamiento es en base a antivirales y cremas tópicas.

4. Cálculos renales

Se trata de depósitos duros que se forman dentro de los riñones y viajan a través del tracto urinario. Estas piedras comúnmente son de calcio, pero también pueden ser de cistina, ácido úrico, estruvita y ciertos medicamentos, entre otros, según afirma NIH.

Los cálculos renales provocan un dolor intenso y repentino que se produce generalmente cuando estos sólidos bajan por los conductos urinarios.

“El dolor puede sentirse en el área abdominal o en un costado de la espalda” y también “puede irradiarse al área de la ingle (dolor inguinal) o a los testículos ( dolor testicular)”, explica el organismo.

El tratamiento principal es mucho líquido, diuréticos y analgésicos.

5. Cálculos biliares

Similares a los anteriores, pueden ser desde el tamaño de un grano de arena hasta una pelota de golf. Pueden ser de colesterol o bilirrubina y requieren cirugía para ser extirpados.
Aunque muchas veces no presentan síntomas, en algunas personas puede manifestarse un dolor tipo cólico intenso en la parte superior derecha del abdomen. Se puede tratar con medicamentos o cirugía.

6. Absceso dental

Se produce cuando se acumula pus “en el centro de un diente debido a una infección bacteriana”, según NIH.

“Un absceso dental es una complicación de la caries dental. También puede ocurrir cuando un diente se rompe o recibe un golpe. Las aberturas en el esmalte dental permiten que las bacterias infecten el centro del diente (la pulpa). La infección puede propagarse desde la raíz del diente hasta los huesos que lo sostienen”, explica el organismo.

Esto provoca un dolor de muelas intenso, que puede aumentar si la infección se esparce y destruye tejidos. “El dolor es continuo y se puede describir como terrible, agudo, pulsátil o punzante”, indica la entidad. Se trata con medicamentos, tratamientos de conducto y en casos graves, con cirugía o extracción del diente.

7. Neuralgia del trigémino

De acuerdo a Red Salud UC, esta dolencia también conocida como tic doloroso, “es una afección dolorosa crónica que afecta al trigémino o quinto nervio craneal, uno de los nervios más largos de la cabeza. El trastorno causa ardor extremo, esporádico y súbito o dolor facial de tipo de shock que dura desde unos segundos hasta 2 minutos por episodio. La intensidad del dolor puede ser física y mentalmente incapacitante”.

Se trata con medicamentos, cirugía y enfoques complementarios.

8. Quemaduras

El dolor provocado por una quemadura no depende de la gravedad, pues en algunos casos muy graves, éstas pueden ser indoloras. Las quemaduras pueden afectar la piel, abarcando incluso grasa y músculo.

El agua fría alivia de primer momento, luego se pueden usar analgésicos y antiinflamatorios para calmar el dolor.

9. Fibromialgia

La fibromialgia es un síndrome de dolor crónico poco comprendido, que según datos de la Corporación de Fibromialgia de Chile afecta a cerca de un 2% de la población nacional, y muchas veces se confunde con cuadros de tensión o cansancio generalizado.

Se caracteriza por dolor músculo esquelético generalizado, sueño poco reparador, fatiga crónica, depresión, estrés difícil de controlar y puntos dolorosos específicos, todo esto en el contexto de la ausencia de patología orgánica aparente, que afecta fundamentalmente a mujeres, en una prevalencia de casi un 90%, tal como informó BioBioChile.

El tratamiento debe tener un enfoque multidisciplinario y es fundamentalmente sintomático. Tiene por objetivo aliviar el dolor y sus síntomas asociados. Medicamentos y terapia ayudan.

10. Punción lumbar

Consiste en la inserción de una aguja entre dos vértebras con el fin de extraer una muestra de líquido cefalorraquídeo. Este procedimiento puede ser doloroso, pero la molestia desaparece al cabo de unos segundos.

11. Tortura

La tortura es por definición la acción infligir dolor a una persona, como castigo o para forzar la entrega de información o cumplir con la voluntad de otro.
Las torturas pueden incluir golpes, mutilaciones, privación del aire, electrocutar, entre otras formas.