Hay quienes simplemente no nacimos para cocinar, pues hasta el agua se nos quema. Si te identificas al menos con 3 de estas señales, temo decirte que seguramente desde el día que naciste alguien te maldijo para la cocina.
Hay quienes simplemente no nacimos para cocinar, pues hasta el agua se nos quema. Si te identificas al menos con 3 de estas señales, temo decirte que seguramente desde el día que naciste alguien te maldijo para la cocina.