Pareciera que ser la hermana menor en una gran familia es sinónimo de “conejillo de indias”, o al menos eso ocurre en muchos de los casos. Si tienes una hermana menor o tu misma eres la hermana menor seguramente te sentirás identificado con las siguientes situaciones:
1. Eras demasiado pequeña para darte cuenta de las insinuaciones que al resto de tu familia le parecían tan divertidas…
YA DEJEN DE BURLARSE DE MI DINOSAURIO, CHICOS.
2. Mientras ibas creciendo, siempre te conocieron como “la hermana pequeña de fulano o sutano”…
“Soy un ser humano independiente”, susurrabas.
3. En la escuela, todos los profesores conocían a tus hermanos mayores, por lo que ya te querían o te odiaban…
4. Al ser la más pequeña y más vulnerable, eras el objetivo número 1 de las bromas familiares…
JA, JA, espero ser adoptada.
5. Cada vez que querías hacer algo que tus hermanos mayores decían, eras “demasiado pequeña”…
¡Yo puedo hacerlo!
6. Siempre querías salir con tus hermanos mayores y sus amigos, pero ellos siempre decían algo como: “Nop”…
Disney / rebloggy.com
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Así que ibas a pasar el rato con tus peluches.
7. Y cuando empezaste a tener citas, los amigos de tus hermanos estaban prohibidos…
SIN… EXCEPCIÓN.
8. Y aunque lograras salir con alguno que no estuviera prohibido, era imposible llevarlo a la casa…
Una de dos: o tu familia lo espantaba, o no paraba de avergonzarte.
9. Tus hermanos podían conducir antes que tú, e intentar sonsacarles un aventón era como pedirles que te donaran un riñón…
Tenías que vivir la vergüenza de tomar el autobús. ¡Qué vergüenza!
10. Literalmente, estabas en la parte inferior de la cadena alimenticia. Cada vez que había algo delicioso en la casa, tenías que pelear por tu porción…
11. Más de una vez te dijeron que eras adoptada. Y lo creíste…
“Te encontramos en una canasta, y un día, los extraterrestres que te dejaron ahí vendrán a buscarte”.
13. Tus padres te sobreprotegían, lo que significaba que el toque de queda era mucho más temprano y estricto para ti…
Volver a casa a las 10:01 = inadmisible.
14. Pero tus hermanos mayores se la pasaban diciéndote TODO EL TIEMPO lo afortunada que eras y cómo lo tenías todo mucho más fácil comparado con ellos…
“Nosotros te abrimos el camino con mamá y papá, no te das cuenta”. UUUUGH, CIERRA EL PICO.
15. La gente siempre asumía que no eras muy fuerte solo porque eras “al bebé”…
Jajajajajaja.
16. Cuando tus hermanos mayores tenían que cuidarte, se volvían despiadados dictadores…
Y ni siquiera eran TAN mayores, vaya.
17. Tu familia dejaba todas las películas buenas que “tú no podías ver porque no eras lo suficientemente mayor” para después de que te acostaras…
Y tu escuchabas el sonido de la televisión desde tu dormitorio y te parecía injusto.
18. Sabías que tus hermanos te querían, pero también les gustaba que fueras un blanco fácil…
VIGILANCIA… PERMANENTE.
19. Mientras crecías, nada hacía más feliz a tu familia que avergonzarte…
Ellos decían que era “amor”, tú les decían “CHICOS, SON LO PEOR”.
20. E incluso ahora que ya eres UNA MALDITA MUJER ADULTA, siguen avergonzándote…
¡QUE SOY ADUUUULTA!
Vía BuzzFeed