Cuando pensamos en una mujer con un embarazo de 8 meses, imaginamos una enorme y reluciente barriga que parece haberse estirado en su máximo potencial. Sin embargo, aunque es lo más común, no todas las mujeres en estado de gravidez lucen así.
El caso de la modelo de orígen costarricense y estadounidense Sarah Stage (30) llamó la atención esta semana, pues la joven pronto dará a luz a un niño, sin embargo, su tonificado cuerpo no parece reflejarlo.
Pese a llevar en su vientre un bebé con 8 meses de gestación, Sarah -quien trabaja para la agencia Elite Model- posee sólo una pequeña y tonificada barriga. La chica atribuye esto a sus genes ticos y europeos, además de su afición por el gimnasio y la vida sana, según recoge el diario electrónico Inquisitr.
Así luce ella con 8 meses de embarazo:
¿Difícil de creer no les parece?
Sin embargo, algunos incrédulos la han bombardeado de críticas, asegurando que su aspecto “no es saludable” e incluso otros han señalado que es preocupante que una mujer con un embarazo tan avanzado luzca así. También hubo quienes insinuaron que la chica se estaba excediendo con el ejercicio y la dieta, poniendo en riesgo la salud de su futuro hijo.
Al respecto, Sarah ha insistido en que ella no tiene ningún método secreto para mantener un físico tonificado durante el embarazo, más que hacer actividad física y que incluso de vez en cuando come hamburguesas.
Pero no todo fue cuestionamientos, ya que algunos la felicitaron y e incluso pidieron que la dejaran en paz.
Aquí tenía 6 meses de embarazada.
Y acá 7..
¿Qué es lo normal cuando se trata sobre barrigas de embazaradas?
El ginecólogo del Hospital Universitario Quirón de Madrid, José García Flores, señala en un artículo del diario español El Mundo que cada embarazo es único y hay muchos factores que influyen en el tamaño de la barriga.
“El tamaño del bebé no es lo único que influye en el crecimiento del perímetro abdominal, por lo que dos mujeres con las mismas semanas de embarazo y un feto de similares características pueden tener barrigas completamente diferentes“, dice el experto.
Uno de los factores que determina el porte de la panza es precisamente el tono muscular. “Cuando se tiene poco tono muscular en el abdomen, lógicamente cualquier cambio o aumento de peso se nota mucho más”, afirma Pluvio Coronado, ginecólogo del Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid. Con esto coincide García Flores, quien dice que por lo mismo es probable que un segundo embarazo sea más voluminoso que el primero.
Por otro lado, también influye la posición del bebé en el útero. Coronado indica que “si se encuentra con la espalda pegada a la columna de la madre y las piernas hacia adelante, el abdomen puede tener un aspecto un poco más picudo”. En cambio, si el feto está en forma vertical y más cercano a la parte posterior del útero, el abdomen puede verse menos voluminoso.
La anchura de la pelvis es otro factor a considerar. En las caderas más estrechas, los fetos se encajan menos, lo que aumenta el volumen del vientre.
La cantidad de grasa y el peso previo de la madre, junto con los kilos que se ganen en el periodo de embarazo, también inciden en el tamaño del vientre. La recomendación es no subir más de 12 kilos.
Finalmente, la cantidad de líquido amniótico y los gases también contribuyen .
“Lo importante es saber si el bebé crece o no bien, y eso se controla a través de los patrones de biometría fetal (valoración de parámetros como el tamaño de la cabeza, tronco, piernas, etc)”, más que preocuparse por el tamaño de la barriga, aclara Coronado.
Vía: biochile
