La mayoría de las celebridades son personas atractivas con piel, pelo y cuerpo perfecto, pero no siempre fueron así. Presentamos una selección de algunos de los rostros que más cambiaron cuando se volvieron famosos.
1. Nicole Kidman.
El principal cambio de la australiana es su cabello.
2. Mariah Carey.
La diva musical es conocida por su estilo y ropa Glamorosa, pero eso es algo que se volvió común en Carey después de volverse famosa.
3. Kate Hudson.
La actriz Kate Hudson estuvo vinculada desde pequeña al mundo de las artes, aunque su infancia se vio marcada por la separación de sus padres, la ganadora del Oscar Goldie Hawn y el actor, comediante y músico Bill Hudson, quienes se separaron cuando ella tenía un año.
Al poco tiempo su madre comenzó una nueva relación con el también actor Kurt Russell, quien se convirtió en un padre para Hudson y sus hermanos.
4. Jennifer Lopez.
Pasó de morena con rizos a pelo café claro y liso. Cambió su look más latino por el de diva que tiene actualmente.
5. Liam Hemsworth.
Antes de ser novio de Miley Cyrus y haberse convertido en uno de los actores jóvenes más guapos del mundo, Liam Hemsworth pasó la mayor parte de su infancia en una pequeña isla llamada Phillip (Melbourne). Su adolescencia no fue fácil, según él mismo ha confesado, ya que en ese periodo adelgazó mucho, era bastante pálido, tenía el cabello rebelde y muchas pecas, lo que hizo que perdiera confianza en sí mismo.
Pero ese tiempo ya pasó y hoy con 25 años, es uno de los galanes más admirados en la exitosa saga de Los Juegos del Hambre.
7. Nicki Minaj.
Comenzó su carrera con un look de rapera muy diferente a la extravagante ropa y cabello que usa hoy.
8. Shakira.
Cuando era conocida en Sudamérica tenía el pelo negro largo y liso (también lo tuvo rojo y de otros colores) y se vestía muy diferente a como lo hace su versión rubia y más delgada.
9. Chace Crawford.
El actor de Gossip Girl además de cambiar su rostro de niño, cambió su color de pelo y estilo.
10. Kesha
Kesha no tuvo una adolescencia tradicional, cuando era muy joven se trasladó a vivir Nashville gracias a un contrato con un sello musical que había obtenido su madre. Allí aprendió música y a escribir canciones. En la misma ciudad, fue inscrita en una escuela Brentwood, pero debido a su particular estilo de moda, no pudo encajar con el resto de sus compañeros.
A pesar del aislamiento, la cantante era una estudiante destacada y obtenía notas sobresalientes. De hecho, tiene un coeficiente intelectual mayor al de la media.