La vida siempre te da una segunda oportunidad y eso le ha sucedido a la joven norteamericana, Rebekah Gregory, una joven que hace seis meses perdió su pierna izquierda tras nada más y nada menos que 18 operaciones.
Hace dos años, esta muchacha, nativa de Texas, estaba tirada en una acera de Boston sagrando tras sufrir en carne propia el atentado del Maraton de Boston, en el que murieron tres personas y resultaron heridas 260.
Rebekah tuvo que testificar en el juicio contra Dzhokhar Tsarnaev e incluso llegó a escribirle una carta preguntándole el por qué de su masacre.
Pero harta de tanto dolor y sufrimiento, tras ver como le amputaban su pierna izquierda hace medio año, decidió ponerse bajo las órdenes de Gregory, un entrenador que también vive sin una de sus extremidades inferiores y marcarse el reto de terminar la maratón de este año.
Y así fue, en el día de ayer pudo cruzar la línea de meta, arrodillada y bañada en lágrimas, lo que demuestra que el amor a la vida siempre acaba ganando la medalla de oro.