Aún no está comprobado científicamente pero, probablemente, las cuotas más altas de patetismo vital se produzcan durante un desengaño amoroso. Estos son los 15 momentos por los que estás cansado de pasar una y otra vez:
1. Llorar como un bebé que se ha hecho caca en el pañal.
A pesar del escarnio público, siéntete orgulloso porque no has vivido realmente en una ciudad hasta que no cruzas su calle principal o viajas en el metro llorando a chorro y con un cono de churros en la mano (o de croquetas, depende de la hora del día a la que te dejen por otro).
2. Cambios de humor.
Decides hacer público que vuelves a estar soltera. Tu estado de Facebook recibe más “me gusta” que las fotos de tu perro. Podría ser porque la gente celebra que recuperes tu independencia. Sin embargo, cinco minutos después crees que es porque ahora tienen vía libre para ligar contigo y dentro de dos más porque son unos hijos de p*** que se alegran del dolor ajeno.
3. Beber como si tuvieras un hijo en la cárcel.
El desamor y la peor borrachera de tu vida son hermanos mellizos. En las películas lo llaman “comer helado” pero todos sabemos que se trata solo de una metáfora puritana de la botella de vodka de garrafón que necesitas inyectarte en vena.
4. El amor es como el alcohol.
Después de beberlo juras no volver a probarlo nunca más. Y lo dices en serio. Aunque también sabes perfectamente cómo va a acabar eso.
5. Comerte tus propios mocos.
Tu mejor amigo te ha comprado los churros para ayudarte con la borrachera pero tienes el estómago tan cerrado que lo único que te estás comiendo son los mocos, literalmente. Estás tan triste que hasta te llora la nariz.
6. Pérdida automática de la dignidad.
Bajo los efecto del alcohol, “DEVUÉLVEME MI VIRGINIDAD. TÚ FOLLABAS MAL Y YO FINGÍA LOS ORGASMOS” te parecía un tuit muy sutil pero a la luz del día te das cuenta de que no lo es. Por favor, si bebes no tuitees. Y si te han roto el corazón, menos aún.
7. Escuchar Adele en bucle.
Escuchar canciones deprimentes para deprimirte aún más puede ser un antídoto que te permita sacar todo el veneno, pero no te confundas. Adele es una resentida. El peor tipo de resentida que existe porque ni siquiera sabe que lo está. Además, tú no quieres Someone like “ him”, quieres a alguien mejor.
8. Rehabilitación fallida.
Cuando empieces a intentar adivinar su presente a través de sus estados de WhatsApp sabrás que has tocado fondo. Entonces dejas tu móvil limpio de apps intentando evitar tentaciones. Sin embargo, en cuanto te conectas desde el ordenador, lo primero que haces es mirar su perfil de Facebook.
Y eso cuando no te das el capricho de volver a bajarte la aplicación para borrarla otra vez después de consultar su cuenta.
9. Muerte y destrucción.
Adorables peluches, fotos cursis, poemas de todo a cien, el anillo de su abuela… Todo borrado, quemado y tirado. A tu lado, lo del Estado Islámico en Nimrud fue una broma.
10. Una indiferencia más falsa que Judas.
Aparentar que eres de hielo y que estás de lujo es más importante que tu salud mental, así que no lo borras de tus redes. Y, en el caso de que lo borres, te haces una cuenta falsa para espiarlo.
11. Mendigar amor.
Estás necesitado. Necesitas cariño y comprensión. Llegas a plantearte seriamente hacer que te mareas en medio de la calle para que venga todo el mundo a socorrerte y otro ser humano te colme de atenciones. No lo hagas.
12. Metáforas cutres.
Tu corazón es una naranja exprimida en un contenedor de basura. Te sientes como si llevaras extreñido dos semana. Esa persona te ha tratado como a un chicle de fresa pegado a la suela de su zapato. Déjalo. Mejor no intentes verbalizar tu pozo infinito de dolor.
13. Juicio sumarísimo.
Obligas a tus amigos a leer emails y conversaciones privadas pero solo les haces caso cuando te dan la razón y le echan la culpa a la otra parte.
14. Metamorfosis.
Antes del drama eras un ser humano, ahora te sientes a algo más parecido al monstruo de las galletas o a una morsa. Lo que te lleva al siguiente punto.
15. Cortarte el pelo.
Las tragedias nunca vienen solas.
Después del desamor llega el humor
Vía: PG