Las mastectomías o remociones quirúrgicas de los senos se han convertido en el día a día de las personas que padecen o están en riesgo de desarrollar cáncer de mama. Esto ha salvado millones de vidas, pero las cicatrices que dejan atrás pueden afectar física y psicológicamente a los pacientes. Para algunas mujeres, el tatuaje de sus senos después de la mastectomía se ha convertido en una poderosa manera de recuperar lo que se perdió y seguir adelante con su nueva vida.
Vía: BP