Martin Pistorius era un joven de 12 años divertido y alegre. Vivía con sus padres en Sudáfrica y su gran sueño era ser ingeniero electrónico.
Pero por el contrario, lo que ocurrió es que una misteriosa enfermedad se empezó a apoderar de él. Siempre estaba despierto, podía apenas caminar y se quedó mudo. Para los médicos su enfermedad era todo un enigma y la única aclaración que le dieron a sus padres de lo que tenía, es que él sufría de algún tipo de meningitis.
Sus padres estaban desesperados, por todo lo que habían dicho y que para Martin, no había ninguna esperanza. Èl estaba casi muerto, su personalidad y todo lo que él era había desaparecido, estaba como un vegetal.
Ellos llevaron a su hijo a casa y cuidaron con esmero y sacrificio de él. El padre de Martin se despertaba cada 2 horas en la noche, para girar el cuerpo de su hijo para que no se hiciera daño estando acostado. Pero llegó el día en el que o llevaron a una residencia asistida. Ellos querían esperar hasta que muriera dijeron los médicos, eso sería lo mejor.
Pero lo que nadie podía preveer sucedio: Martin no murió, su cuerpo no estaba vacío y él no estaba ausente. Todo lo contrario: Luego de 2 años, despertó repentinamente un día y empezó a percibir su entorno. Y a continuación, regresó todo a como era antes. Lamentablemente nadie lo notó, ya que no podía mover su cuerpo.
Pero el momento decisivo llegó cuando su madre dijo: “¡Espero que mueras para no alargar tu dolor!”
Este hecho, fue tan fuerte que cambió todo para Martin. Èl comprendió que tenía que deshacerse de todos sus pensamientos negativos y pensar de manera positiva. Debía tener nuevamente el control sobre su cuerpo y su vida. También por su madre, a quién podía entender muy bien, que no tenía forma de saber que él, estaba totalmente consciente. Ella solo miraba a su hijo vegetal, medio muerto tirado en una cama.
Aprendió a través de la posición del sol a conocer que hora del día era, reaccionaba a los test y podía reconocer objetos que seguía con sus ojos. Los médicos reconocieron de repente estas señales y se dieron cuenta que “aún había alguien allí dentro”. Y él siguió mejorando y tomando fuerza; pasado un tiempo ya podía sentarse en la silla de ruedas y econtrar el camino de vuelta a la vida. Lo increíble, que por años poca gente ha creído de repente ocurría: Finalmente él estaba de regresó a la vida con tanta fuerza que quería empezar a estudiar. Encontró trabajo como especialista de computadores y fundó por último su propia compañia.
Sobre su historia, escribió un libro, “Ghost Boy” (niño fantasma – cómpralo aquí), porque quería compartir su experiencia: “Yo estaba ahí, pero nadie me podía ver. Era como un fantasma. Un chico fantasma”.
El lamentablemente perdió la mitad de su capacidad para hablar, y parte de su movilidad y debe comunicarse con ayuda de una computadora. Pero esta “invalidez” no evitó que conociera a Joanna, la mujer con la que se casó. Ahora él vive felíz con su mujer en Londres.
Su historia es tan increíble, puesto que nadie contaba con que él pudiera despertar y ser una persona tal como lo era antes de sufrir la extraña enfermedad. Especialmente, los médicos o su familia. Además estuvo todo el tiempo despierto. Su historia brinda esperanza, pues él vivió algo espantoso y sobrevivió para contarlo en un libro.
Vía: NC