Corría el año 1950 cuando el descubrimiento de la píldora anticonceptiva la capacidad de controlar su fertilidad, disponiendo si quiere tener hijos o no y en qué momento realizarlo. Antes de este avance científico, las diferentes sociedades en la historia del mundo buscaron desarrollar sus propios métodos anticonceptivos, generando como resultado algunos tan raros como asquerosos. A continuación, un repaso por los 7 métodos anticonceptivos más extraños y desagradables de los que se tenga memoria…
1. Caca de cocodrilo
Los antiguos egipcios creyeron dar con la forma ideal de evitar embarazos no deseados. Antes de tener relaciones sexuales, las mujeres ponían una pasta hecha con caca de cocodrilo, miel y carbonato de sodio en la vagina para que actuara como espermicida.
2. Beber veneno
En la Antigua China se creía que si la mujer bebía agua mezclada con un plomo y mercurio, no podría quedar embarazada al tener una relación sexual. Los chinos estaban en lo cierto.
3. Coca Cola
La bebida gaseosa tenía en un principio varios usos, entre ellos la posibilidad de impedir el embarazo. Inmediatamente después de tener relaciones, la mujer limpiaba su vagina con una botella bien agitada de Coca Cola, ya que creía que este carbonatado brebaje era capaz de matar los espermatozoides e impedir la concepción.
4. Testículos de comadreja
En la Europa antigua se creía que si se amazaban testículos de comadreja a la pierna de una mujer durante el sexo, estos impedirían que se produzca un embarazo.
5. Intestinos de cordero
Los condones no son un invento moderno, sino que existen hace cientos y cientos de años. En el siglo XV, en China y Japón se utilizaban unos fabricados con intestinos de cordero mojados en leche.
6. Limón
Esponjas bañadas en limón que se colocaban dentro de la vagina. Ese fue uno de los primeros métodos anticonceptivos que fueron utilizados por diferentes culturas. La idea era que el ácido cítrico neutralizara los espermatozoides.
7. Opio
Fue utilizado como un anticonceptivo por parte de los habitantes de la antigua Sumatra. Para ello, se tomaba un racimo pegajoso de la planta de opio que se colocaba dentro de la vagina para impedir el embarazo.