Muchas veces creemos que los presidentes de Estados Unidos, por tener mucho poder y dinero, no tuvieron un pasado como cualquier persona. Pues no es así, varios de ellos trabajaron como meseros, asistentes, mineros, entre otras cosas.
Barack Obama: heladero y mesonero
El presidente Obama recientemente dijo en una entrevista para una revista que recibió como pago el salario mínimo, o casi esa cantidad, en sus primeros cuatro trabajos.
Sirvió helado en Baskin-Robbins, trabajó como pintor y fue mesero en un centro de vida asistida. Obama pasó un verano despejando obras de construcción en Upper West Side cuando estudiaba en la Universidad de Columbia.
Mientras algunos presidentes (piensa en los Roosevelt, los Bush o JFK) se encuentran en una posición muy buena en comparación con la mayoría de personas que son electos para representar, Obama no está solo. Son muchos los ex comandantes en jefe que saben lo que es trabajar duro y obtener salarios bajos.
Ronald Reagan: salvavidas, lavavajillas
Reagan fue salvavidas durante varios veranos en Rock River en su pueblo natal en Dixon, Illinois, mientras cursaba la secundaria. Según informes, le salvó la vida a 77 personas. Él asistió a la Universidad Eureka en Illinois con una beca parcial de fútbol y cubría la cantidad que le quedaba al lavar platos en la casa de su fraternidad.
Después de graduarse en 1932, Reagan obtuvo un empleo como comentarista deportivo de la radio en Davenport Iowa. La estación de radio le pagaba 10 dólares por juego (174 dólares actuales). Reagan, por supuesto, finalmente fue Hollywood.
Gerald Ford: cocinero de hamburguesas
Ford ayudaba en la tienda de pinturas de su padrastro y hacía hamburguesas en un restaurante local mientras asistía a la escuela secundaria. También jugaba mucho al fútbol como centro, y finalmente jugó para la Universidad de Michigan. Tanto los Green Bay Packers como los Detroit Lions le ofrecieron contratos, pero Ford los rechazó porque quería asistir a la facultad de derecho.
Ford no logró el ingreso inmediatamente, así que consiguió un empleo como asistente de entrenador de fútbol en Yale, y ganó 2.400 dólares en 1935. Eso sería 42.676 en dólares de hoy en día. También fue entrenador de boxeo, lo que lo ayudó a pagar sus deudas y completar el primer paso en el proceso para entrar a la Facultad de Derecho de Yale, donde fue admitido en 1938.
Herbert Hoover: minero
Cuando todavía era un adolescente, Hoover y un amigo comenzaron una compañía que vendía y reparaba máquinas de coser. El negocio fracasó, pero no sería la única incursión del futuro presidente en la iniciativa empresarial.
Se inscribió en Stanford en 1891, en la primera promoción de la universidad. Aunque las clases eran gratuitas en esa época, los estudiantes aun así tenían que pagar por espacio, hospedaje y libros. Para cubrir los gastos, Hoover manejaba un servicio de lavandería, una serie de conciertos y en el reparto de diarios en el campus. Obtuvo ganancias al venderle el servicio de lavandería a otro estudiante, lo que le permitió graduarse libre de deudas y con 40 dólares en su bolsillo, según una biografía escrita por Amy Ruth.
Después de graduación, Hoover tomó un trabajo empujando carros bajo tierra en pozos de minas en California. Ganaba 2 dólares al día, y trabajaba 70 horas a la semana, según el historiador presidencial Richard Norton Smith. Ese salario diario equivale a 56 dólares hoy en día.
Richar Nixon: encargado de compras
Nixon no nació teniendo mucho dinero. “Literalmente podías decir que vivían en pobreza extrema”, dijo Barbara Perry, copresidenta del Miller Center Oral History Program en la Universidad de Virginia.
Los problemas financieros de Nixon se originaban del fracaso en el rancho de limones que sus padres tuvieron en propiedad hasta 1922. Luego, su padre abrió una tienda de abarrotes y gasolinera en Whittier, California donde trabajaba toda la familia.
Nixon se levantaba todas las mañanas antes de la escuela para ir a Los Ángeles e inspeccionar la selección de productos disponibles, dijo el historiador Richard Norton Smith. En 1930, Nixon se inscribió en Whittier College, y después obtuvo una beca para asistir a la Facultad de Derecho de la Universidad de Duke.
Lyndon Johnson: equipo de carreteras
Después de graduarse de la escuela secundaria en 1924, LBJ tuvo lo que algunos historiadores han calificado de ser un “período perdido” en su vida. Con cinco amigos, él compró un auto para conducir de Texas a California, donde se desempeñó en algunos trabajos informales durante más o menos un año. Se trasladó de nuevo a Texas a dedo, y una vez ahí, se desempeñó en trabajos manuales con un equipo de carreteras.
En 1927, Johnson se inscribió en Southwest Texas State Teachers College. Él era un estudiante-profesor en una pequeña escuela hispana en un área empobrecida.
Cuando Johnson se graduó en 1930, su primer trabajo de enseñanza le generaba 1.530 dólares (21.796 dólares al ajustarlo por la inflación) al año. Él trabajó brevemente como profesor antes de conseguir trabajo como asesor del Congreso.
Jimmy Carter: granjero de maní
Carter trabajó en la granja de maní de sus padres en Georgia cuando era niño. Para cuando tenía 10 años de edad, Carter llevaba productos al pueblo para venderlos.
Salió de Georgia para asistir a la Academia Naval de Estados Unidos. Después de servir en la Marina por muchos años, Carter se mudó con su familia de regreso a la granja cuando su padre murió. Una terrible sequía devastó la granja en 1954, lo que le dejó una ganancia de solo 187 dólares (1.654 en dólares de 2014) ese año.
Carter tuvo éxito en cambiar la situación de la granja antes de involucrarse en la política.
Bill Clinton: empleado del Congreso
Clinton asistió a la universidad de Georgetown como estudiante, pero le preocupaba cómo cubrir los gastos. Recibió algunas becas y ayuda de sus padres. Su padrastro era dueño de un concesionario de Buick y su madre era enfermera.
Clinton escribe en su autobiografía que se sintió aliviado cuando le ofrecieron un trabajo a tiempo parcial como empleado del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE.UU. por el que le pagaban 3.500 dólares (25.699 dólares luego de ajustarlos por la inflación) al año.
“Aunque nunca se lo dije a nadie en ese momento, tenía miedo de tener que dejar Georgetown y volver a casa, donde la Universidad era mucho más barata”, escribe.
George H.W. Bush: empleado administrativo
Seamos realistas, Bush 41 no tuvo que medirse en sus gastos. “Él proviene completamente de la alta burguesía de Nueva Inglaterra, pero quiso probar y salir adelante por sus medios”, dijo la experta en presidencia Barbara Perry.
Después de servir en la Segunda Guerra Mundial y luego de terminar sus estudios en Yale, Bush trasladó a su familia a Texas con la esperanza de tener éxito en el negocio de petróleo. Inicialmente aceptó un trabajo como empleado en una compañía de extracción de petróleo que era propiedad del padre de un amigo, donde ganaba 375 dólares al mes (3.748 en dólares de hoy en día).
“Efectivamente quería alejarse del establecimiento de la familia, y no quitarle eso, pero siempre podría haberse ido de vuelta a Greenwich”, dijo Perry.
Pero el trabajo de empleado administrativo no duró mucho tiempo. En 1950, él y un amigo iniciaron su propia compañía petrolera. Posteriormente se fusionó con Zapata Petroleum, y Bush se convirtió en presidente de una de sus filiales.
Vía: CNÑ