Las redes sociales han permitido la aparición de millones de cuentas fantasmas que roban imágenes de otros perfiles para hacerlos pasar por ellos mismos. De esta forma engañan a los usuarios por diferentes razones, desde estafas hasta crear relaciones virtuales.
Esta es justamente la historia de Leah Palmer, una guapa joven que aseguraba ser soltera, británica y vivir en Dubai. La muchacha contaba con exitosas cuentas en Facebook, Twitter, Instagram y Tinder, donde sus seguidores no se cansaban de alabar sus fotos.
En todas ellas, mostraba una vida glamorosa, relajada, pero llena de lujos. Sus ropas de diseñador y viajes por el mundo encantaban a la gente, especialmente a Justin (nombre ficticio que usa una de sus victima), quien conoció a Leah a través de Tinder.
El hombre comenzó una relación virtual con la joven en 2012. Hablaban por redes sociales a diario, intercambiaban imágenes frecuentemente e incluso se llamaban por teléfono a menudo, sin embargo, ella jamás aceptó una invitación para conocerse en persona o verse los rostros por Skype. Su gran excuso, siempre fue el trabajo. “Dada su aparente carrera en el mundo de la moda, ella siempre estaba lejos por trabajo”, explicó el joven al portal BuzzFeed.
“También tiraba de los hilos hablando de la muerte de su hermano o de varias otras tragedias familiares, que habrían ocurrido mientras estábamos en contacto. Así que varias veces le di el beneficio de la duda”, agregó Justin, quien aseguró que durante el tiempo que estuvieron juntos, se mantuvo fiel a ella, y ni siquiera salía con otras personas.
Todo cambió a principios de este año cuando otra mujer lo contactó por Skype. Se trataba de Ruth Palmer, la verdadera dueña de las fotos que usaba Leah, y quien le aseguró que estaba siendo víctima de un engaño.
Ruth, había descubierto que alguien había estado utilizando sus imágenes y las de sus familiares desde hacía tres años, para crear cuentas falsas en las redes sociales. “Un día una de mis viejas amigas de la universidad me envió un mensaje:’¿Has visto esta imagen? ¿Sabes de quién es?’”, explicó Palmer a BBC y agregó: “Me mandó una de foto donde yo aparecía con algunos amigos de la universidad de hace cuatro años, pero era una captura de pantalla de la cuenta de Instagram de otra persona”.
Desde ese momento comenzó a investigar que ocurría, y descubrió que la mujer había establecido una relación con al menos seis hombres distintos, incluso uno de ellos terminó con su novia real por ella. “Algunos de estos hombres tenían relaciones online con ella, habían intercambiado imágenes explícitas… No puedo ni imaginarlo”, señaló.
Con todos los antecedentes, la joven y su esposo acudieron a las empresas de las redes sociales, pero las cuentas falsas ya habían sido eliminadas, aunque al poco tiempo volvieron a surgir. Como Leah, no usaba el nombre de Ruth, la policía tampoco pudo ayudarla.
La joven no encuentra explicación para lo que está pasando, ya que siempre mantuvo sus perfiles con máxima seguridad, por lo que su sospecha es que pertenecen a alguien que la conoce y que tiene acceso a ellos. “No tengo páginas ni perfiles públicos. Nunca los tuve porque soy consciente de que hay gente que puede hacer este tipo de cosas”.
Por esto motivo, decidió dar a conocer su historia a la opinión pública, ya que aún no existe ninguna forma legal de castigar al culpable de robar una identidad.