Mi vecindario era perfecto, todo estaba en paz. Yo soñaba con el momento de llegar a casa y disfrutar de mi dulce hogar, hasta mis vecinos aparecen DIOS que penuria estoy harta de tener que evadir a la vieja menopáusica del piso 2, o al del perro chillón, en fin echa un vistazo y siéntete identificado:
1. El que se compró un perro.
Llegó siendo la cosa más hemos y cariñosa del mundo. Pero claro, le dio flojera educarlo, no lo saca a pasear y ahora el pobre se la pasa ladrando, taladrándome el cerebro día y noche.
2. El que cree que las aves son mascotas.
Además de sentir tristeza cada vez que las veo encerradas, hacen mucho ruido y no huelen nada bien.
3. Los que decidieron tener otro hijo como si con el escandaloso que tenían no era suficiente.
Todo el día le están gritando al niño. Lo regañan tanto que hasta tú te pones a llorar, y ahora te dan la noticia que tendrán otro bebé. Adiós a mis horas de sueño.
4. El que se niega a deshacerse de su maldita carcacha.
Todavía no entiendo por qué la gente hace eso. ¿En serio piensan “tunearla” algún día? Lo peor es que ya lleva años en el mismo lugar sin moverse, quita estacionamiento y tienes que dejar tu carro lejísimos.
5. No fue capaz de superar el campo y no sabe como vivir en una ciudad.
El típico tipo que es capaz de meter un gallo dentro de un piso, es otra de las cosas inexplicables de la vida. ¿Para qué tener un gallo en un lugar habitable? Ni siquiera es que me ayude a despertarme por las mañanas, se la pasa cacareando todo el maldito día.
6. El frustrado que se siente baterista.
Otra de las desgracias de la vida. Decidió que tenia talento para la batería, se la pasa ensayando día y noche y jamas mejora ni mejorara.
7. El popular del barrio que hace fiestas cada fin de semana.
Y así, fin tras fin ahí tienes a la patrulla, llevándoselo porque una vez más se puso mala copa. O en el mejor de los casos, a la esposa levantándolo de la calle.
8. La vecina que entró en la menopausia.
Ahora tienes que vivir preocupada de no encontrártela en los pasillos o pagarás las consecuencias.
9. Los que aman el karaoke.
Fue y compro un estéreo de los más potentes, pero no sólo eso, adquirió el que tenia Karaoke. Ahora tendrás que aguantar sus berridos, porque obvio él siente que canta como los mismísimos ángeles.
Comparte si tienes algún vecino así, o en el peor de los casos si tú eres uno de ellos.