5 insectos que atacan tu cuerpo mientras duermes ¡Qué horrible la #4!

Creemos que mientras dormimos estamos a salvo de cualquier cosa, pero no es así. Muchos bichitos extraños se alimentan de nuestro cuerpo y se aprovechan de que estamos en un estado de descanso para cometer sus “fechorías”. Aunque todo esto pueda parecer desgarrador, nuestro cuerpo con un buen sistema inmunológico puede atacar cualquiera de estas “cosas”. Así que no descuides tu salud.

Advertencia: Si tienes algún tipo de bicho-fobia, creo que es hora de correr.

El oxiuro o lombriz intestinal sale de tu ano para dar a luz (en tu ano)

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El oxiuro vive en tus intestinos, les encanta. Un día la mamá gusano decide que es el momento de tener a sus bebes, así que espera a que estés dormido y sale por la única puerta que conoce: la trasera. Allí coloca sus huevecillos y vuelve a entrar a su guarida. Repite este proceso noche tras noche hasta que su objetivo está completo — poner casi 16,000 huevos.

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Los triatominos defecan en tu boca

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Los insectos en general tienen una mala reputación, pero este la tiene bien merecida. Atraído por las luces, llega a tu casa y una vez ahí, guiádo por el olor de tu aliento, se posa en tu boca donde se alimenta de la sangre de tus labios. Eso no es lo peor, después de comer TIENE que defecar, por lo que lo hace en el mismo lugar en donde come…

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Las cucarachas se dan un festín con tu cuerpo

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No necesitas saber mucho más acerca de las cucarachas para odiarlas, pero igual te diremos algo que las cucarachas hacen mientras duermes. Ellas se comen tus uñas, la piel de tus pies e incluso tus párpados. Además como están llenas de bacterias, muchas veces causan hinchazón.

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Un gusano de 30 centímetros que sale por tu nariz

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Si pensabas que los oxiuros eran los peores de la lista, estabas muy equivocado. El ascaris nace en tu intestino delgado, donde los pequeños gusanos viajan por tu sangre hasta tus pulmones. Allí es donde los gusanos maduran y al ser demasiado grandes no pueden volver por tu sangre sino que deben salir por tu garganta, pero si se equivocan de camino terminarán saliendo por tu nariz.

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Los ácaros de la sarna te convierten en una momia.

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Cuando alguien con un sistema inmunológico débil es atacado por la sarna es muy posible que estos bichos, que cuando se meten debajo de tu piel, comen, defecan y ponen sus huevecillos ahí, terminen por afectarte de una forma horrible. Debido a que se reproducen por millones, tu piel termina viéndose como si estuviera momificada y esta condición es tan contagiosa que con solo tocar a alguien puedes pasarle la enfermedad.

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Vía: CV