“Todo comenzó así. Febrero del 2014 y estaba en EVS, mi bar favorito del East Village en Nueva York, cuando me robaron el celular. De inmediato llamé, pero claramente me contestaba el buzón de voz. Había perdido mi celular. Después de un año estaba con mis amigos viendo mis fotos cuando apareció una tonelada de imágenes de árboles de naranjas y un hombre en frente de estos.
Ya me empecé a acostumbrar a ver fotos de esta misteriosa persona en mis fotografías y no había hecho nada hasta que le conté a un amigo y me dijo que los celulares robados se los llevaban a China y que esa persona seguía conectado a mi iCloud. Fui a la tienda y me corroboraron esa información, por lo que la cancelé. Historia cerrada, mi hermano de las naranjas no podría usar más mi celular.
Pero algo inesperado sucedió. Me convertí en una persona famosa después de que publiqué en BuzzFeed un post: ¿Quién es ese hombre y porqué sus fotos aparecen en mi celular?.
La historia la difundieron en Weibo (red social asiática esencialmente igual a Twitter). De pronto, comencé a recibir miles de tuits de China que me prometían encontrar al Brother Orange (hermano de las naranjas, por las fotos que subía junto al árbol).
Al ver todo el revuelo que esto causó, decidí seguir más de cerca el caso y hacerme una cuenta en Weibo. A la semana ya había superado los 100 mill seguidores.
Gracias a esta gran conectividad, encontramos al hombre de las fotos y empezamos a conversar. Me invitó a su país y acepté.
Para llegar a Meizhou, la localidad del hermano de las naranjas, tuve que atravesar por un largo viaje con 4 escalas. En una de las paradas, me empecé a percatar de la expectación que estaba generando mi llegada. En una de las combinaciones, mi hermano naranjo me envió una foto de cómo me estaban esperando:
Empecé a sentir nervios. ¿Un cartel? Pensé que era algo exagerado hasta que una chica del avión se me acercó y me dijo ¡Oh, eres Matt! y me entregó una carta diciéndome que era una de mis fans y que se sentía muy feliz por haberme visto, que quería ser mi amiga y que estaba dispuesta a aclararme cualquier duda que tuviera sobre China. ¡WOW! Me sentí genuinamente emocionado porque alguien reconoció mi existencia en un país tan foráneo.
Esperen a saber lo que pasó cuando llegue… En el aeropuerto me estaban esperando muchos fotógrafos y periodistas que querían capturar este encuentro. Pude sentir lo que le pasa a Kim Kardashian cada vez que aparece en un aeropuerto.
Mi estadía de tan solo 9 días fue surreal. Me sentía la celebridad más famosa del mundo. Un hotel distinto cada noche, conferencias de prensa, carteles con mi nombre, fans, entre otras cosas que no me dejaban de sorprender.
Como el principio fue tan abrumador, pensé que no tendría la privacidad para poder conocer más a mi nuevo amigo. Pero no fue así, y fuimos generando una relación muy cercana con mi hermano de las naranjas. Me enseñó parte de su cultura y dijo que él sentía que todo esto era parte del destino. Poco a poco, yo también lo comencé a creer.
Visitamos los árboles de las selfies que recorrieron el mundo y visitamos lugares especiales. A pesar de que nunca estuvimos solos, pudimos generar un verdadero vínculo.
Esta historia solo pudo ser posible gracias al internet, la conectividad, la tecnología y la globalización. Algo que ninguno de los dos olvidará y que en un futuro tendrá una segunda parte: cuando mi hermano naranja me visite en Nueva York”.
¿Alucinante, verdad?
Con información de Upscl / BuzzFeed