A continuación, puedes consultar un listado de famosos que sufren graves enfermedades, aunque no lo parezca.
Sarah Hyland
La actriz y modelo estadounidense, famosa por su interpretación de adolescente caprichosa en ‘Modern Family’, confesó en el año 2012, que sufría una displasia renal multiquística por la cual se vio obligada a recibir un trasplante de riñón, concretamente de su padre.
La displasia renal multiquística es un trastorno no-genético severo en los riñones caracterizado por la aparición de múltiples quistes de diversos tamaños e irregulares que resulta de malformaciones durante el desarrollo fetal del riñón.
Gwyneth Paltrow
En el año 2010, la propia actriz y cantante estadounidense confesó a través de su blog personal, que solía utilizar para difundir sus recetas de cocina macrobiótica y sus programas de ejercicio físico, que sufría osteopenia y que presentaba unos niveles muy bajos de vitamina D.
Esta enfermedad supone una disminución en la densidad mineral ósea que puede ser una condición precursora de la osteoporosis (que también afecta a los huesos). Aunque esta enfermedad suelen presentarla las mujeres postmenopáusicas, Gwyneth Paltrow tan solo tenía 37 años de edad cuando se la diagnosticaron.
Julia Roberts
Hace tan solo un año que saltó la noticia de que la exitosa actriz estadounidense sufría trombocitopenia, lo cual causó un gran impacto entre sus múltiples seguidores. Julia Roberts sufre la que se conoce como ‘enfermedad púrpura’, que consiste en cualquier situación de disminución de la cantidad de plaquetas circulantes en el torrente sanguíneo por debajo de los niveles normales.
Sus síntomas son hematomas corporales, palidez, hemorragia nasal, sangrado oral, presencia de sangre en la orina y en las heces, erupción cutánea, ampollas y algunas otras cosas.
Seal
El músico, cantante y compositor británico padece desde su etapa de adolescencia una enfermedad denominada lupus eritematoso sistémico (LES), que es precisamente la que le causó sus célebres cicatrices de la cara. Seal siempre está apoyando a los enfermos de lupus y no es el único famoso que lo sufre, la número 14 también lo tiene.
Esta enfermedad es crónica, autoinmune y sistémica y puede afectar a prácticamente cualquier parte del cuerpo humano. Además, se caracteriza por una alteración de la respuesta inmunológica con producción de autoanticuerpos dirigidos contra antígenos celulares, cuyo resultado es la afección de múltiples órganos.
Pamela Anderson
La mítica vigilante de la playa es otra de las famosas que sufren enfermedades graves. En su caso, la noticia saltó en el año 2002, momento en el que Pamela Anderson decidió contar que padecía hepatitis C y que había sido contagiada por compartir una aguja de tatuar con su exmarido, Tommy Lee.
La hepatitis C es una enfermedad viral (generalmente crónica) que lleva a la inflamación del hígado, se suele contagiar por tener sexo sin protección o compartir agujas contaminadas, y presenta síntomas como el dolor en el lado derecho del abdomen, orina turbia, fatiga, fiebre, náuseas, vómitos y otro tipo de cosas.
Morgan Freeman
El mítico actor estadounidense, ganador del premio Oscar en 2005 por su actuación en Million Dollar Baby, lleva sufriendo desde hace siete años una enfermedad conocida con el nombre de fibromialgia. Este trastorno causa fuertes dolores musculares y cansancio o fatiga. Las personas que lo padecen presentan unos puntos hipersensibles en el cuerpo que se encuentran en áreas como el cuello, los hombros, la espalda, las caderas, los brazos y las piernas.
Recientemente Freeman, de 78 años, se ha mostrado a favor de la legalización de la marihuana porque la “come, bebe, fuma y aspira” y es lo único que consigue paliar sus dolores.
Catherine Zeta-Jones
La actriz, cantante y bailarina británica, muy recordada por sus apariciones en películas como ‘Chicago’ o ‘El zorro’, también sufre una enfermedad grave, pero no de carácter físico como era el caso de las ‘celebrities anteriores’, sino psíquico. Sí, Catherine Zeta-Jones ha tenido que ser ingresada en más de una ocasión en clínicas especiales para tratar su trastorno de bipolaridad del tipo 2.
Esta enfermedad se caracteriza por la aparición de uno o más episodios depresivos mayores acompañados de al menos un episodio hipomaníaco. No llega a ser tan grave como el del tipo 1.
Frankie Muniz
El actor estadounidense protagonista de la exitosa serie televisica ‘Malcolm in the Middle’ tiene 29 años y ya ha sufrido dos infartos cerebrales de carácter leve. El propio Frankie Muniz recogía lo acontecido hace dos años en su cuenta personal de Twitter: “A casi un año de aquel día, tuve un nuevo derrame cerebral. Espero que sea el último”.
Los ataques cerebrales se dan cuando se detiene el flujo sanguíneo al cerebro y en apenas unos minutos, las células de esta parte de nuestro organismo empiezan a morir. Hay dos tipos, el ataque cerebral isquémico, que se produce por un coágulo de sangre que bloque un vaso sanguíneo en el cerebro; y el ataque cerebral hemorrágico, causado por la ruptura de un vaso sanguíneo que sangra hacia dentro del cerebro.
Miley Cyrus
La actriz y cantante estadounidense, que alcanzó la fama mundial al interpretar la serie de Disney Channel ‘Hannah Montana’, contó en su autobiografía que tiene una arritmia que le afecta algunas de las veces que se sube al escenario.
Esta enfermedad es un trastorno de la frecuencia cardíaca (pulso) o del ritmo cardíaco. El corazón puede latir demasiado rápido (ósea te da taquicardia), demasiado lento (la llamada bradicardia) o simplemente de manera irregular. Las arritmias pueden estar causadas por cardiopatías, niveles anormales de potasio, o algunas sustancias como la nicotina, el alcohol, drogas o algunos medicamentos.
Daniel Radcliffe
Hace ya unos años, alrededor de 2008, que saltó la noticia de que Daniel Radcliffe, o para que todos nos entendamos, Harry Potter, sufría dispraxia desde su niñez. Este trastorno, conocido como ‘la enfermedad del niño torpe’, es psicomotriz e implica una falta de organización del movimiento, lo que podríamos traducir como la alteración de los movimientos voluntarios previamente aprendidos, que se hacen obedeciendo una orden, en ausencia de alteraciones de lenguaje, motoras o sensitivas que lo expliquen.
La disprexia afecta a alrededor de un 10% de la población mundial, pero solo un 2% sufre síntomas graves de descoordinación.