Pamela Jacobs es una trabajadora social inglesa que ha llamado la atención de los medios por lucir muchos años menos de los que en verdad tiene. La mujer está divorciada y tiene un hijo de… 21 años. Sí, parece de 30 pero tiene unos cuantos más. ¿Su edad? 52 años.
¿Cuál es el secreto de su juventud?
Entrevistada por el DailyMail, Pamela confesó que su madre y sus hermanos también lucen de menos edad, por lo que atribuye su suerte, en parte, a los genes.
Pero eso no es todo. La inglesa de 52 años afirma que parte fundamental de retrasar el envejecimiento es llevar una dieta saludable a base de verduras: “Sigo la regla del 80/20 que consiste en comer 80% de comida sana y 20% de pudín, un poco de alcohol y chocolate oscuro orgánico“.
Además, realiza ejercicio una vez por semana, incluso cuando la edad si se le sienta en el cuerpo. También es central el cuidado de la piel: usa aceite de coco con frecuencia para mantener la suavidad, una vez por semana se coloca máscaras nocturnas, asiste varias veces al mes a un sauna, exfolia su rostro cada dos días y siempre usa bloqueador solar cuando sale de su casa.
Aunque luzca como si estuviera en sus 30 o menos, Pamela no busca mentir sobre su edad: “No estoy segura si limpiaría mi auto en bikini, hay ciertos límites cuando tienes un hijo de 21 años. Aunque aún uso pequeños shorts de jean cuanto estoy en el jardín“, aseguró.
En cuanto a su relación con los hombres, tampoco pretende engañar a nadie ni vivir la vida de alguien más joven: “Es halagador, pero prefiero a hombres con una edad similar a la mía“. Además comenta que muchas veces, cuando es vista con su hijo, la gente cree que es su novia, no su madre.
¿Sólo cuidados estéticos? No. Pamela asegura que la actitud ante la vida se refleja en el rostro. “Creo que el secreto de la eterna juventud es sonreír cada día“; y agrega: “Lo mejor de lucir joven es que me hace sentir bien y me da confianza”.