Karla Flores, madre de tres hijos, estaba vendiendo comida en una calle de Culiacán, México. Todo iba bien hasta que escuchó un fuerte sonido.

Cuando se volteó para mirar, Karla fue golpeada con un objeto sin identificar y tuvo que ser llevada rápidamente a urgencias dado que estaba sangrando mucho.

Ella fue herida seriamente y necesitaba atención médica inmediata. Los doctores pudieron estabilizarla, pero después tenían que trabajar para sacarle el objeto que tenía en su cara.

Después de inspeccionarla con Rayos-X, vieron que tenía una GRANADA incrustada.

El peligro era altísimo porque la granada podía explotar en cualquier momento. Para mantener la seguridad del hospital, los doctores aislaron a Karla; y cuatro valientes miembros del equipo médico se presentaron como voluntarios para realizar la operación, que llevaron a cabo a campo abierto.

Los miembros en cuestión eran dos anestesistas, Felipe Ortiz y Cristina Soto, la doctora Lidia Soto y el enfermero Rodrigo Arredondo. También se les unieron dos expertos en explosivos del ejercito mejicano.

La cirugía duró tres horas. Karla perdió la mitad de sus dientes y quedó con una gran cicatriz. Ahora la llaman: “La Mujer Milagrosa”.

Vía: CV