Un exentrenador personal fue diagnosticado con un cáncer de hígado agresivo y murió con sólo 39 años.

A Dean Wharmby, padre de una niña, le dijeron que solo tenía un par de semanas para vivir cuando un tumor grande fue encontrado en su hígado. Pero Wharmby, peleó con su enfermedad hasta el domingo, cuando murió con su compañera Charlotte Rigby a su lado.

Wharmby, de Rochdale, Greater Manchester, atrajo a casi 10,000 seguidores de Facebook donde, mediante su página “El viaje de Dean”, compartió sus experiencias con la enfermedad, desde su diagnóstico hasta el dolor que sufrió. Subiendo videos y manteniéndose positivo a lo largo de todo el proceso, también publicó su lista única para pelear el cáncer: medicina natural, tomando vitaminas y adoptando una dieta estricta sin azúcares ni carnes.

Antes del diagnóstico, consumía una dieta de 10,000 calorías de hamburguesas, pizzas y sandwiches de tocino, acompañadas con siete u ocho latas de alguna bebida energizarte. Antes de morir, admitió que su búsqueda de crear el cuerpo musculoso perfecto podría ser lo que había causado el cáncer. Admite haber tomado varios esteroides por un año al principio de su carrera para ayudarle a crear su físico, porque “todo el mundo lo hacia”.

Rigby, la esposa, continuó actualizando a sus seguidores después de que su compañero falleciera: “Dean no mostró ninguna emoción negativa, ni siquiera en sus momentos más difíciles. El luchó mucho. Cualquier persona podría derrumbarse, pero él todo lo hizo con una sonrisa y con un gran corazón. Nunca se dio por vencido. Tenía fuertes creencias y yo sé que, donde quiera que esté ahora, es libre”.

“Todo ocurrió porque estaba tratando se ser lo más grande posible” dijo Wharmby en Marzo. “No puedo decir que fuera la dieta con toda seguridad, pero cosas como las bebidas energizantes pudieron haber sido factores contribuyentes. En las carnes rojas también existen muchas impurezas. Creo que fue una confinación de todo”.

El exentrenador merendaba combos de McDonalds y pizza antes de llegar a su casa todos los días. Mientras estaba en el gimnasio comía cada dos horas y tomaba siete u ocho latas de bedidas energéticas.

Al final, los resultados de una mala alimentación y el consumo de sustancias prohibidas lo llevaron a la muerte.

Vía: CV