Prohibido morirse, una norma, tan curiosa como imposible de cumplir, que rige desde hace unos días en un pueblito llamado Sellia, que se encuentra en la región sureña de Calabria, Italia.
Sellia es un pueblo muy pintoresco donde la gente debe cuidar su salud para ponerle fin a la despoblación.
El objetivo detrás de la particular ordenanza es incentivar a sus 500 habitantes a cuidar su salud para que básicamente el pueblo no ‘desaparezca’, quienes no lo hagan, pagarán más impuestos.
La población registra un crecimiento prácticamente nulo en los últimos años.
Es que 6 de cada 10 de las personas que viven en las típicas casas con techos de tejas color ladrillo enclavadas en el monte de esa localidad de la provincia de Catanzaro, tienen más de 75 años. Y la mayoría son mujeres viudas…
“Hemos hecho esta ordenanza no para bromear, si no seriamente. Porque Sellia, como muchas localidades del sur de Italia, padece despoblación”. Así defendió la inédita norma Davide Zichinella, quien cursa su segundo mandato como alcalde del pueblo y es médico pediatra.
Explicó que se ha creado “todo un sistema” para encargarse de la salud de los ciudadanos con la apertura de un policlínico en el que se realizan estudios y análisis sin ningún costo para el paciente y los resultados son enviados a su casa. Además, se ofrece transporte gratuito al hospital de Catanzaro y al centro termal de Caronte, a unos 100 kilómetros de Sellia. La respuesta es más que positiva: en el primer mes de funcionamiento, más de 100 personas utilizaron los servicios.
“Pensamos que podía interpretarse como una provocación a nuestros conciudadanos imponerles la exigencia de curarse. Pero consideramos también que financiamos directamente servicios muy costosos e importantes. Por eso, quienes los usen gozarán de descuentos y beneficios. Quienes no tomen prevenciones ponen en riesgo la propia salud y la del pueblo, por lo que deberán pagar tasas adicionales”, dijo el alcalde Zichinella.
¿Cómo identificarán a los vecinos que no cumplan con los chequeos?
La municipalidad tiene registros, sabe quién se hace análisis y quién no, quién se cuida o se descuida.
La ecuación planteada por el alcalde es simple: “Ayudando a nuestros residentes a cuidarse colaboramos también para que nuestra comuna no muera por despoblación”.
Según el Instituto de Estadísticas de Italia, la edad promedio de los habitantes de ese país supera los 44 años.
El problema de Sellia es el de muchos pueblitos de la península, de donde los jóvenes emigran en busca de estudio y trabajo a las grandes ciudades, dejando allí a los más viejos.
La ordenanza que prohíbe morir es sin dudas muy curiosa adoptada. Pero este pueblo se destaca por otras cosas también. En 2010 Sellia fue el primer pueblo de la región de Calabria en separar residuos para reciclaje. Un año después fue uno de los primeros del país en ofrecer Internet gratis a sus habitantes. Y en 2012 inauguró un museo íntegramente dedicado a los cómics.
¿Qué te parece esta historia?