De esta manera ha cambiado el cuerpo “IDEAL” de las mujeres durante los últimos 100 años

Cuanto más cambian las cosas, les dicen a más mujeres que probablemente deben hacer dieta.

Durante los últimos 100 años el cuerpo ideal de la mujer ha cambiado un montón.

Así es la manera en la que se ha visto el cuerpo ideal durante los últimos 100 años

Pero algunas cosas han permanecido de la misma manera.

Sin importar el año o la década, siempre ha existido la idea de un cuerpo ideal para las mujeres. Les dijeron a las mujeres que si querían encajar, encontrar una pareja, o ser consideradas atractivas, tendrían que tratar de adecuarse a los cánones de belleza predominantes de la época. Y hasta hace poco, las mujeres de color estaban totalmente excluidas del debate.

A continuación se muestra una mirada a los últimos 100 años de los cuerpos “ideales”.

Década de 1910: Domina la chica Gibson.

Lleva el nombre del ilustrador Charles Gibson y, en parte, es un vestigio de la opresión victoriana, todas se veía con las espaldas inclinadas y cinturas encorsetadas. ¿Se ve doloroso? SE VE JODIDAMENTE DOLOROSO.

Década de 1920: Surgen las mujeres “flapper”.

Quizás luego de pasar una década todas ceñidas y apretadas en corsés, era comprensible que las mujeres hayan querido usar vestidos sueltos de seda y cintura baja, ¿no? El cuerpo ideal tenía un pecho plano sin caderas, y era generalmente más aniñado que femenino. La década de 1920 fue cuando las mujeres obtuvieron el derecho al voto, y el uniforme “flapper” reflejaba las nuevas libertades que tenían las mujeres.

Década de 1930: Aparecieron las curvas.

¡Y estamos de vuelta! En parte como respuesta a la Gran Depresión, en los años 30 hubo todas chicas audaces como Mae West (aparece a la izquierda) y Jean Harlow. Según Photoplay, la revista de celebridades, el aspecto que predominaba era un cuerpo con “curvas más marcadas” y un cuerpo “rotundamente cambiado” y la figura más ejemplar de la época fue la de una actriz mexicana llamada Dolores del Río (aparece a la derecha), que fue alabada por tener todas las curvas.

Década de 1940: Surge la fuerza.

En parte debido a que las mujeres estaban teniendo un papel más importante en la fuerza de trabajo durante y luego de la Segunda Guerra Mundial, el cuerpo preferido era el “saludable” y realmente no muy delgado. Prosperó el mercado del aumento de peso, ya que les habían dicho a las mujeres que debían verse fuertes y poderosas, y la silueta del día reflejaba eso: Ropa con hombreras masculinas y cuadradas y cinturas ceñidas. Las actrices como Betty Grable (en la foto de abajo), que era conocida como “la chica con las piernas de un millón de dólares”, personificaban este aspecto.

Década de 1950: Pero espera, las curvas regresaron.

 ¿Te dijimos que te veas poderosa? ¡ERA UNA BROMA! En la década de 1950 volvieron las figuras con curvas, suaves y ultrafemeninas. Se esperaba que las mujeres vuelvan a su hogar nuevamente, y que tomaran como ejemplos a chicas hermosas como Elizabeth Taylor, Marilyn Monroe, y Dorothy Dandridge. Para aumentar lo que no había de forma natural, las grandes tiendas vendían relleno para las caderas y el trasero. ¿Te das cuenta? La adoración por el trasero ha existido siempre.

Década de 1960: Aquí aparecen las chicas esqueléticas (primera parte).

 

La revolución intima de los años 60 desafió a los ideales de atractivo y de tipo de cuerpo previamente establecidos. En lugar de mujeres con curvas y voluptuosas, la imagen predominante era la de una chica sin cadera y con cara de muñeca. Las mujeres como Twiggy, Jean Seberg, y Jane Birkin (aparecen en la foto de izquierda a derecha) dominaban y modelaban los diminutos vestidos babydoll y los vestidos rectos línea A que eran populares. Si no eras necesariamente así se flaca de forma natural, había formas de serlo, es decir, montones y montones de anfetaminas, que los médicos recetaban para la pérdida de peso. ¡Ups!

Década de 1970: Flacas y esbeltas.

Los pósteres de Farrah Fawcett básicamente dominaron las habitaciones de los chicos adolescentes en la década de 1970. Y Beverly Johnson se convirtió en la primera supermodelo afroamericana en aparecer en la portada de Vogue. Se veía alta y esbelta y un poco atlética. Y puesto que la ropa de la década estaba dominada por los tejidos sintéticos y el poliéster, se esperaba que las mujeres fueran bastante delgadas para verse bien.

Década de 1980: Hagamos actividad física.

Los años 80 fueron personificados por el aumento de las supermodelos (ver: Christie Brinkley, Kathy Ireland, y Iman) y el flagelo de la actividad física de moda como el aeróbic y el Jazzercize y (puf) el jogging. Debido a que las actitudes culturales se orientaron hacia la salud y el bienestar (y los gimnasios y salas de fitness comenzaron a surgir como loco), se esperaba que las mujeres estén tonificadas y atléticas, pero también muy delgadas. Y con piernas largas. Muy, muy largas.

Década de 1990: Aquí aparecen las chicas esqueléticas (segunda parte).

La música y cultura grunge ayudaron a marcar el comienzo de la era del cuerpo “heroin chic” súper delgado y desgarbado. Kate Moss dominaba las pasarelas y las tapas de revistas en la década de 1990, pero también había una gran cantidad de respuestas negativas por su apariencia esquelética. ¿El antídoto? El himno de Sir Mix-A-Lot para los grandes traseros, “Baby Got Back”, que celebra los grandes traseros.

Década del 2000: Deportivas y atléticas

Se suponía que las mujeres de la década del 2000 tenían que ser fuertes y poderosas, capaces de verse bien en un bikini pero quizás también ser capaces de vencerte en las pulseadas. Eran mujeres atractivas, poderosas, y también elegantes y ágiles, el ideal de la década del 2000 era una reacción contra las mujeres esqueléticas de la década de 1990. Aunque ella todavía se veía bastante delgada.

Década del 2010: Glúteos enormes y desproporcionados por todas partes.

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Bueno hola, gluteos. Se supone que los cuerpos de las mujeres tienen que tener curvas, curvas, curvas mientras mantienen los abdominales perfectamente planos y duros como una piedra. Si no lo puedes lograr a través del entrenamiento y la dieta (todo tipo de dietas locas), entonces también está perfectamente bien intentar una cirugía plástica.

¿La lección? Los ideales del cuerpo son inconsecuentes, cambian constantemente, y generalmente son poco realistas para la mayoría de las mujeres.