Tener la dentadura perfecta es el sueño de muchos (y más de los vanidosos), pero cuando tienes que ajustar tus dientes por necesidad, ¡el uso de cualquier aparato dental es un verdadero ¡martirio! El dolor se vuelve insoportable y las visitas al ortodoncista es un castigo de los dioses.
1. De lo peor que te puede pasar
2. Aprendes a repetir cada palabra
3. La mejor de las mejores amigas
4. De esas veces que quisieras no existir
5. La decisión más difícil
6. Comienzan los momentos incómodos
7. Los comentarios menos atinados
Cuando la gente te dice “Oh, yo tambien quisiera tener frenillos”
8 . Y apenas sales de consulta y tus amigos:
“Cuanto llevas con ellos” “Duelen” “cuanto llevas con ellos” “porque no te los pusiste azules?